De hecho el hostigamiento al turismo no lo han iniciado los cachorross de la CUP pero son quienes han liberado la espoleta y ello acarreará consecuencias. La disparatada trepa Ada Colau fue muy activa contra los desfiles de turistas de crucero en pleno centro de Barcelona. Fue muy lista, tocó la fibra sensible porque la ciudad condal, como Venecia, ya estaba harta de los cruceristas y sus aglomeraciones a veces agobiantes.
«Atacar a los extranjeros, oponerse al comercio internacional o defender nuevas fronteras y divisiones, así son los políticos nacionalistas” dice Albert Rivera, Ciudadanos, en un tuit, que revela un matiz preocupante. La CUP ha pasado de atacar al turismo en abstracto a hostigar a turistas concretos, como a los acongojados ocupantes de un autobús tratado con violencia y pintarrajeado sin piedad. O como la destrucción de las bicicletas de la compañía danesa Donkey Republic que tiene 300 máquinas para el uso de los ciudadanos ecologistas. Destrozos, reventones y silicona han causado pérdidas de casi €30.000.
Dropbike, otra compañía ya se ha rendido y se ha ido de Barcelona en busca de parajes amigables con la ecología urbana. Lo mismo acabarán haciendo muchos turistas. De momento se sabe que varios hoteles han sufrido pintadas y agresiones a su mobiliario, como en el caso del bus turístico, y que las agencias cruceristas están reduciendo las excursiones a 10 horas para evitar amontonamientos e incluso anulan algunos programados.
Ahora ya no preocupan las pintadas de Tourist go home y otras generalidades parecidas. Se teme que alguien sufra daños físicos. La prensa internacional, sobre todo francesa, británica y alemana, ya se está recreando con la turismofobia de nuestra España, un auténtico campeón receptor mundial.
Y por supuesto, si hay follón mire hacia Vascongadas. Allá están, como no, los chavalotes de la izquierda abertzale, tan amantes de la kaleborroka. No son sólo los cuatro descerebrados de Baleares. Parece que los niñatos de la izquierda, con sus Iphones y cutis bien cuidado, han encontrado su filón.
Incluso el ministro Nadal avisa de actuaciones, pero quizá, Rajoy descansa.
@MarianoPlanells