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Un mal año

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Realmente, 2017 ha sido un mal año para la Sanidad en nuestras islas: no se ha fidelizado al personal sanitario, se ha desencadenado un nuevo problema con el decreto del catalán y persiste y se agrava el problema de la vivienda. Todo ello se traduce en una falta alarmante de facultativos en algunas especialidades. Como ejemplo tenemos la situación dramática en radiología, donde solo hay cuatro especialistas sobre diez que debería haber, lo que supone una sobrecarga brutal en labor asistencial y guardias. En menor medida, pero también grave por su trascendencia, nos encontramos con falta de personal en Urgencias, anestesia y pediatría, al borde del alambre casi todos.

Las soluciones a esta dramática situación por parte de la Consellera de Salud han sido habilitar unas habitaciones en el Hospital Viejo, (que no sabemos exactamente si funciona como un hotel o como un apartamento de alquiler), y las peonadas, que siempre son solución temporal y ejemplo de mala gestión, ya que aportan soluciones a corto plazo, pero nada para el futuro. Esto es pan para hoy y hambre para mañana.
Y así, si entramos al detalle de este mal año en la sanidad en la isla, vemos que la situación de Urgencias se ha desbordado durante el verano, con pacientes en los pasillos, incluso en la sala de paros, y por supuesto esperas intolerables. Si hablamos de radiología, es para llorar, con radiólogos desbordados y listas de espera inaceptables.

Siguen sin colocarse marcapasos en cardiología, pese a que al parecer existe una cardióloga que se ha formado y el compromiso de colaboración de algunos médicos de la UVI, pero el problema es importante, dado que los pacientes que lo precisan deben permanecer en la UVI con marcapasos externo, hasta su traslado a Palma, lo cual es un riesgo intolerable.

Los cupos de los facultativos de atención primaria de nuestras islas siguen siendo los más altos de Baleares, y tampoco comprendemos a qué se debe.

A todo este relato de despropósitos, hay que añadir la dimisión del anterior Gerente de Can Misses, aunque siendo como es una persona comprometida y con amplio conocimiento de la situación hospitalaria, la comprendemos.

Desde la Comisión de Sanidad del PP Eivissa consideramos que existen soluciones, pero ninguna vendrá por parte del actual Govern, pues revisando los presupuestos de la CAIB para el 2018 en sus distintos apartados, no observamos, excepto un incremento moderado en casi todas las partidas, ningún movimiento significativo que nos haga prever que habrá un cambio sustancial con respecto a la situación actual.

Nuestro partido ha presentado múltiples enmiendas a los presupuestos de la CAIB 2018 en el ámbito de la sanidad , que de ser aceptadas podrían cambiar la situación. Así, hemos propuesto lo primero y más urgente, fidelizar al personal sanitario, (ya que no se han cumplido unos criterios de fidelización que se habían pactado con los sindicatos), y para ello se deben igualar las indemnizaciones por residencia o plus de insularidad a las de Canarias. Si no se cumple este apartado no existe ninguna solución y seguirá acentuándose el problema, aunque el problema no es tanto de la partida presupuestaria, sino de cómo se invierte.

El otro tema que había señalado y que está ensombreciendo a la sanidad de las islas es el del decreto del catalán. Desde el PP defendemos nuestra lengua y creemos que debe ser incluido su conocimiento en cualquier oposición como mérito, por supuesto, extraordinariamente bien puntuado, pero nunca como requisito, y asímismo, evitar la arbitrariedad de aplicarlo a conveniencia, con excepciones puntuales para algún colectivo y obligado para el resto de personal. Estamos seguros de que si se puntúa adecuadamente como mérito, la protección de nuestra lengua está asegurada.

No puedo acabar sin denunciar la promesa incumplida de la Consellera de Salud de crear una Unidad de Hemodinámica en el Hospital Can Misses: acaban de aprobar desde el Ibsalud derivar en forma directa a través del 061, pacientes con infarto agudo de miocardio a centros privados, sin haber contado con profesionales de medicina intensiva ni cardiologia de nuestro Hospital.

Estamos en un momento importante, donde la gestión del Área de Salud se puede mejorar con los medios disponibles , pero todo depende de que desde la Conselleria de Salut rectifiquen, y de que busquen soluciones eficaces, porque, si nada cambia, el 2018 será otro mal año para la sanidad en nuestra isla.

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