Si hay alguien que vaya a presentarse a las próximas elecciones con un largo balance de fracasos ese será el socialista Josep Marí Ribas Agustinet. El escándalo de lo sucedido con el solar de la antigua comisaría de Ibiza, en el que hasta el Ministerio de Interior le ha leído la cartilla, es solo uno más en la amplia lista de fiascos protagonizados por un señor que lleva la friolera de 40 años dedicándose a la política y viviendo de los impuestos que pagamos los ciudadanos.
Yo no sé quién pensó en el PSOE que Agustinet era un crack para esto del cemento. Pero es evidente que alguien lo bendijo y que, desde entonces, no ha parado de liarla. En la legislatura 1999-2003, la primera del Pacte Progressista, se lució con una moratoria urbanística que introdujo a Ibiza de lleno en la burbuja inmobiliaria que aún no ha abandonado. Entre 2004 y 2007 gestionó, es un decir, el churro de Eivissa Centre, que sobre el papel debía quedar muy bonito pero que, a la hora de la verdad, le costó un pico al Consistorio de Ibiza y, por lo tanto, a los ciudadanos. Como alcalde de Sant Josep, suya es la idea brillante de sacar a los propietarios de los Don Pepe para dejarlos en un limbo del que me temo que va a ser difícil que salgan. Y, por si esto no fuera suficiente, ahora se tiene que apuntar el tanto del solar de la comisaría.
Si en cuatro décadas de gestión de lo público este hombre no ha aprendido nada, no es de esperar que en la próxima legislatura vaya a ser muy diferente. Su lista de fracasos es más larga que la de las promociones activadas por el Ibavi en Ibiza bajo su mandato. Qué cruz, oigan…