El pleno del Ajuntament de Santa Eulària des Riu ha aprobado ceder un solar en Santa Gertrudis para que se construya allí una casa cuartel de la Guardia Civil. Al parecer, la ubicación de los terrenos cuenta con el visto bueno de los técnicos de la Benemérita, algo que, sin duda, puede favorecer y acelerar los trámites, siempre demasiado lentos, para que se aborde en el menor tiempo posible la edificación por parte del Ministerio del Interior de unas nuevas dependencias oficiales y viviendas para los guardias civiles del Puesto Principal de Santa Eulària. Este generoso paso que ha dado el consistorio que preside Carmen Ferrer, con el voto favorable de todos los grupos políticos a excepción del único concejal de Unidas Podemos, que se ha abstenido, él sabrá por qué, es el primer paso y el más eficaz para revertir la calamitosa situación de la Guardia Civil en el municipio.
Hace años que el Puesto de Santa Eulària no tiene la plantilla cubierta al cien por cien y en cada proceso de traslados, se anuncian entre 10 y 12 vacantes, que raramente solicita algún agente, porque no dispone de viviendas oficiales disponibles y alquilar una supone dejarse más de la mitad de la nómina. El plus de insularidad es irrisorio y no compensa para nada los costes que supone vivir en Ibiza. Lamentablemente, el Gobierno de España no parece tener intención de solventar este problema. De todos modos, que nadie piense que un nuevo cuartel será realidad en breve. Las cosas de palacio van despacio. Y que el Gobierno asigne el presupuesto correspondiente, se redacte el proyecto, se liciten las obras y finalmente se construya la casa cuartel, no se hará antes de, suponiendo que haya voluntad política, tres o cuatro años. Ojalá me equivoque. De modo que lo mejor sería que nuestros gobernantes insistan en hacer ver en Madrid que es urgente tener esta infraestructura.