Sospechamos que el PSOE ha perdido definitivamente el sentido de la responsabilidad y preocupa aún más el aumento de su amnesia selectiva, tan habitual en las filas socialistas. ¿Acaso no recuerdan cómo dejaron el Hospital de Can Misses y, en general, el Área de Salud de Eivissa y Formentera? Nosotros sí lo recordamos: plantillas al límite, graves déficits en servicios tan esenciales como anestesia y tan vulnerables como oncología.
La situación a la que los socialistas, durante ocho años, llevaron a la sanidad pública fue tan insostenible que se sucedieron las manifestaciones de los pacientes a las puertas del Hospital y las de los profesionales por todas las calles de Vila.
La realidad es muy distinta hoy: se han destinado más de 250 millones de euros a la sanidad pública, mejorado las condiciones de los profesionales, cubierto servicios deficitarios, reducido listas de espera, incentivado contratos, reactivado la carrera profesional que el PSOE recortó, cubierto plantillas de médicos (se han incorporado más de mil profesionales en todas las islas) y se ha creado un servicio específico de búsqueda de vivienda, a lo que hay que añadir que el proyecto de construcción de alojamientos para sanitarios está prácticamente listo. Porque es importante que los médicos vengan, pero todavía lo es más que se quieran quedar.
Gracias, todo ello, a una presidenta, Marga Prohens, que cambió el sectarismo por el sentido común que puso la sanidad pública ibicenca en el punto de mira; a una consellera, Manuela García, que pasó de la bronca a los resultados, y de un gerente, Enrique Garcerán, que desempeña a diario y sin descanso un trabajo excepcional. A los tres hay que reconocer la iniciativa de mejora y a los profesionales sanitarios su disposición y diálogo.
Hemos cambiado el rumbo caótico que dejó la izquierda, hemos avanzado mucho, pero siempre desde la máxima autoexigencia y conscientes de que queda mucho camino por recorrer.
Y precisamente esto es lo que el PSOE no puede tolerar y ha optado por la crítica pobre, destructiva y de mal gusto que no merecen ni los profesionales sanitarios ni los ibicencos. En las últimas semanas hemos visto la penosa actuación de una diputada socialista al revelar los datos personales y el diagnóstico psiquiátrico de una persona fallecida, así como el intento de generar controversia interna entre servicios.
En un escenario lógico y sensato, cualquier partido de la oposición se pondría del lado del interés general, que no es otro que la mejora de la sanidad pública. Pero poco podemos esperar de un descabezado y desnortado PSOE ibicenco, que ha preferido tratar de meter mano e infundir falsedades y manipulaciones para agitar el avispero en lugar de aportar soluciones.
Hace dos años los ciudadanos de Balears, y muy especialmente los ibicencos, confiaron al PP la gestión de lo más valioso, la salud, y es nuestra obligación seguir ofreciendo una respuesta a la altura y las soluciones adecuadas. Sabemos que las cosas no siempre son fáciles y cada situación, cada asunto, cada contratiempo, tratamos de resolverlo con entendimiento, cooperación, moderación y responsabilidad. Así entendemos la manera de gobernar en el Partido Popular, y así la seguiremos ejerciendo.