Jueces contra el fiscal

El futuro exfiscal general del Estado ha sido condenado. Aún no sabemos los motivos por los cuales el Tribunal Supremo ha decido declararlo culpable de un delito de revelación de secretos porque la sentencia no está redactada, pero el equipo de opinión sincronizada de la izquierda ya ha tildado de «golpe judicial» el veredicto del Alto Tribunal. Me sorprendieron –es un decir– las declaraciones de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena en la SER en las que dijo que Álvaro García Ortiz no había tenido un juicio justo. Que esto lo diga una jueza me parece una barbaridad. Como también lo fue la afirmación de Pedro Sánchez en una entrevista de que el fiscal general era inocente, intentando torpedear el trabajo de los jueces del Tribunal Supremo. Me gustó el comentario de un colega en sus redes sociales:«Celebrar la muerte de Franco por la mañana, lamentar la separación de poderes por la tarde». Nadie ha hecho más por la politización de la justicia que el Gobierno de Pedro Sánchez, capaz de nombrar a una fiscal general del Estado a una exministra, Dolores Delgado, de la noche a la mañana. «Hay jueces que hacen política», dijo no hace mucho el presidente. Ytiene razón: ahí está Grande–Marlaska como ministro del Interior. Que representantes políticos piensen –y digan– que los magistrados del Supremo o de cualquier otro tribunal redactan sus sentencias dependiendo de sus opiniones políticas supone una falta de respeto y un ataque a la separación de poderes y, por tanto, a la democracia. El Gobierno debería dedicarse a lo suyo:presentar y ejecutar los presupuestos. Pero Sánchez está empeñado en resistir cueste lo que cueste y caiga quien caiga. ¿Cuánto tiempo le queda al sanchismo? Chi lo sa...