El PP denuncia que el Estado ha convertido a los menores migrantes en moneda de cambio; en piezas de un tablero político donde lo que importa no es su bienestar. Lo ha hecho después de que el Gobierno planteara la posibilidad de retener los fondos destinados a la atención de menores migrantes no acompañados si las comunidades –o, en este caso, los consells– se niegan a aceptar su redistribución. Al respecto, la consellera insular de Bienestar Social, Carolina Escandell, ha sido clara: Ibiza ya está desbordada. Un grito contra una forma de gobernar que olvida que detrás de cada expediente hay una «persona vulnerable».
Aznar pisa fuerte en la Conferencia Política del PP de Ibiza
Aznar regresó a Ibiza fiel a su estilo personal y único para hablar sobre la actualidad política. Defendió que España no atraviesa una crisis política, sino una «crisis existencial»: «No hablamos de desacuerdos administrativos, sino de soberanía, de unidad y de la continuidad del país». Y como ya es costumbre en su discurso, plantea un dilema sin matices: resistencia o ruina. Redujo los tonos del debate político a un choque entre el coraje y la rendición, e incluso invocó a Antonio Maura para advertir que España sólo saldrá adelante si los españoles dejamos de ser «espectadores de nuestra ruina».