La llegada de casi 600 migrantes en apenas unos días a Baleares, 22 de ellos en la playa de Migjorn, no es un hecho aislado. Es el síntoma de una ruta migratoria – la que conecta Argelia con nuestras islas – que ya no se puede negar. Lo dicen los datos y lo advierten desde hace tiempo los agentes sobre el terreno. Formentera, con recursos humanos y materiales mínimos, afronta este reto como puede, con una Guardia Civil desbordada y, en muchos casos, asumiendo tareas que no le corresponden. Formentera necesita ayuda, previsión y un compromiso real por parte del Gobierno.
Detrás de las cifras, la realidad desigual del turismo
El 89,9 % de ocupación hotelera en julio suena a éxito rotundo. Las patronales y las instituciones celebran, y no es para menos: en un mercado turístico global tan competitivo, mantener cifras tan altas es una proeza. Sin embargo, hay matices que se pierden entre decimales y porcentajes. La presidenta de la Asociación Española de Directores de Hotel lo apunta con claridad: no todos los hoteles ni todas las zonas viven el mismo verano. Mientras algunos hoteles gozan de tarifas por encima de los 320 euros la noche y reservas sin respiro, otros han tenido que bajar precios o recortar servicios para llenar habitaciones.