Un arte en movimiento. Eso es lo que persigue la exposición Arte en tránsito, que este jueves ha presentado su tercera edición en el Auditorio y la plaza de la iglesia de Sant Antoni. Las obras se podrán disfrutar hasta el 4 de mayo en dicho lugar.
Siguiendo con la idea del movimiento, esta exposición varía cada año de ubicación -anteriormente se había realizado sa Punta des Molí y en es Far de Coves Blanques-, esta vez ha supuesto «un reto especial por adaptar un lugar que no está preparado específicamente para exposiciones».
La inauguración
A la inauguración, celebrada este jueves, acudieron los diferentes artistas que han participado en ella, tanto de ámbito local como internacional. Tras la presentación y la posterior foto de familia, se procedió a la visita guiada por la exposición. Una vez concluidas éstas, y para celebrar el valor artístico, se procedió a realizar dos performance en la plaza de la iglesia, acompañadas de la música ambiente de Franco Botto.
Una de las tres directoras del proyecto, Clemencia Labin, una de las encargadas de la perfomance con su «cuadro vivo», explicó a este rotativo que «el poryecto nació durante la pandemia. Yo realizaba este evento en mi país, Venezuela, durante 13 años. Yo venía siempre a Ibiza, pero lo veía como un lugar de vacaciones. En ese momento pensé que sería bonito trasladar el proyecto a la isla. Cada uno de nosotros invita a un artista que, a su vez, trae otros artistas. También nos hemos preocupado por tener un grupo de artistas locales».
Una de las obras del evento, que coronaba la entrada, corrió a cargo de Arguiñe Escandón, jefa de Fotografía en Periódico de Ibiza y Formentera, e Yan Gross . Según explicaron, se trata de una fotografía dentro de un proyecto denominado Aya, que es un libro que ha sido finalista en premios de fotografía a nivel internacional. Se trata de representar archivos históricos del Amazonas, y hemos colaborado con índigenas del Amazonas, y de cómo se representan a si mismos. En concreto, la imagen que exponemos se ha convertido en emblema del proyecto. Se llama Juanita, y era la última mujer de la comunidad Kukama en hablar el idioma de la comunidad, y es la que se encarga de transmitirlo de generación en generación».