Los responsables y usuarios del programa social Un Mar de Posibilidades afrontan un verano más cargados de ilusión. El centro cultural de Can Ventosa acogió ayer la presentación de la XXII temporada de la conocida iniciativa dirigida a asociaciones y colectivos de personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad.
El patrón y técnico Ramón Arenaza avanzó que, entre las novedades de esta edición, los usuarios dispondrán de un servicio de apoyo al transporte y además podrán navegar en el nuevo velero Sargantana. El barco ha sido donado por un socio del Club Náutico Ibiza - Mariano Ferrer- permitiendo aumentar la perspectiva de las actividades del programa e impulsar la afición a la navegación entre los participantes, llevando a cabo terapias relacionadas con esta práctica.
También destacó que desde este año Marina Ibiza se incorpora al programa como entidad colaboradora de honor, mientras que la colaboración de la Fundación La Caixa les ha permitido adquirir el vehículo adaptado que facilitará la participación de personas con problemas de movilidad. «Con ello, los usuarios tendrán más facilidades para venir y además podremos lograr un mayor número de asistentes porque hasta ahora teníamos esta limitación. Confiamos en que será muy beneficioso», apuntó Arenaza.
Este año, los responsables del programa han reforzado la contratación de más personal y la formación de nuevos voluntarios, garantizando así la continuidad del proyecto.
Oficialmente, la XXII edición de Un Mar de Posibilidades comenzará este próximo lunes confiando en llegar a los 400 usuarios durante esta temporada. Desde niños hasta mayores de centros residenciales se podrán beneficiar de la iniciativa. «Podemos hablar de participantes desde cinco a 95 años», insistió el patrón.
«Mareas de fondo» como la gestión de las instalaciones náuticas en el puerto o la concesión de Costas en Talamanca estuvieron presentes en la mente de los responsables del programa, aunque prefirieron centrarse ayer en todo lo bueno que les aportará la nueva temporada.
Desde Un Mar de Posibilidades avanzaron que, como en años anteriores, realizarán actividades de apoyo diario a usuarios con capacidad reducida que quieran convertirse después en voluntarios o incluso en trabajadores del programa.