«Monumental y soberbio». Así calificó Elena Ruiz, directora del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE), al artista Miquel Barceló y su especial exposición El present permanent inspirada en el arte rupestre. Esta obra, que se ha inaugurado en el MACE y permanecerá abierta hasta el 16 de noviembre de 2025, se centra en la fascinación de Barceló por este arte, una influencia presente en su obra desde la década de los 80. El recorrido incluye pinturas y esculturas que evocan el simbolismo de las cavernas del Paleolítico y Neolítico, «con una estética que conecta la modernidad con los orígenes del arte humano».
«El tiempo no es lineal, es elíptico», señaló Elena Ruiz, quien destacó cómo las obras de Barceló remiten a un ser primitivo que busca trascender la mera supervivencia para celebrar la vida, como aquellos «príncipes» de las cavernas. Entre las piezas más destacadas figuran trabajos influenciados por sus visitas a la cueva de Chauvet (Francia), lugar que el artista visitó en ocho ocasiones y que inspiró una serie de obras en las que la materia parece brotar del soporte mismo. En una de sus técnicas más singulares, Barceló utilizó rejillas de gallinero y almidón para crear texturas que remiten a la superficie de las cuevas. A Barceló no le gusta la palabra «eterno». Es por ello que esta exposición se llama El present permanent. «Lo primero es saber si es arte. Y lo es cuando tiene una visión tan fuerte de la realidad que te transforma», precisó el comisario de la exposición, Enrique Juncosa, quien destacó que el arte de Barceló es una reflexión sobre el tiempo, la muerte y la permanencia.
Miquel Barcelò es grande. Sobran los políticos delante de sus obras.