Apurando las últimas horas para descubrir la muestra ‘Miquel Barceló, El present permanent’, un nutrido grupo de aficionados al arte, seguidores del genio mallorquín, participaron este sábado en una visita guiada a cargo de la directora del Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE), Elena Ruiz Sastre.
La exposición, que se inauguró el pasado junio, ha sido comisariada por Enrique Juncosa, gran amigo de Barceló «y una de las personas que mejor conocen su obra», según indicó Ruiz. La directora del MACE afirmó que, con sus explicaciones, iba a intentar que los asistentes conectaran con las emociones que plantean las obras, siendo voluntad del museo ibicenco «mostrar a uno de los grandes artistas» del momento.
De hecho, Ruiz Sastre fue recordando en su intervención anécdotas personales de la vida de Barceló, recogidas en sus memorias, y detalles sobre su obra, como la sorprendente técnica que emplea para crear «artefactos» con los que el pintor invita a penetrar en su espacio pictórico.
En esta ocasión, la exposición ha reunido 13 pinturas recientes y nueve cerámicas realizadas entre 2018 y 2024, siendo la tercera ocasión en la que Barceló ha expuesto en el MACE. Según la directora del museo, fue todo un «reto» presentar en Ibiza, a propuesta del propio artista, sus últimos trabajos «valientes y osados», algunos de los cuales todavía se encontraban en elaboración e incluso sin título.
Prescindiendo de las leyes de la perspectiva, Barceló quiso reflejar su amor por los animales a través de grandes cuadros austeros, basándose en colores como el blanco, los ocres o el negro, reflejando incluso su relación con África y cómo le había inspirado la fauna del continente. Ruiz Sastre reconoció que, en estos meses, la exposición del mallorquín había ido «muy bien», despertando un gran interés entre muchos visitantes.
Varios turistas catalanes, recién llegados a Ibiza, se acercaron al MACE para disfrutar de esta muestra «porque Barceló nos gusta mucho y, cuando vimos que exponía en la isla, vinimos corriendo. Nos ha sorprendido porque pensábamos que habría un par de piezas y es una gran exposición y, además, con obra muy nueva».
Pepita, también turista, no ocultó la sorpresa que le habían causado las obras. «Me sorprenden los colores y los volúmenes, con tantos grises y negros», señaló.
Toros, cabezas de caballo o peces, el universo Barceló volvió a impactar a quienes todavía no habían visitado su exposición en el MACE.