El Consell d'Eivissa y el Consell de Formentera se han comprometido a redimensionar sus áreas de servicios sociales, diseñar nuevas líneas de colaboración y crear sinergias entre ambas administraciones ante la «situación sobrevenida y de emergencia» que ha supuesto la masiva llegada de menores inmigrantes en patera a las Pitiusas.
Formentera, además, incorporará más técnicos al área de Bienestar Social, que actualmente cuenta solo con dos profesionales a tiempo completo y otro a tiempo parcial. Esto permitirá que uno de ellos pueda tener responsabilidad sobre los –hasta el momento, nueve- menores arribados a la Pitiusa menor y «ayudar en la labor técnica y la supervisión» que hasta ahora ha corrido a cargo del Consell d'Eivissa.
En una reunión celebrada ayer en Formentera, la consellera de Benestar Social de Ibiza, Carolina Escandell, y su homólogo en Formentera, Rafael Ramírez, coincidieron también en la necesidad de requerir de «apoyos suprainsulares», tanto al Govern balear, como al Gobierno del Estado y la Unión Europea, con el fin de «abordar con garantías» la tutela de los menores. «Son casuísticas a las que tenemos que dar los recursos adecuados y requieren de cursos especializados, que en estos momentos en Ibiza y Formentera son muy flojos», explicó Escandell.
Hoy, según indicó Ramírez, se celebrará una reunión en Mallorca a la que asistirán ambas instituciones y en la que se tratará a fondo el asunto.
Sobrepasados
Para la responsable de Benestar Social del Consell d'Eivissa, «este año los números han excedido cualquier previsión, con lo cual todos los medios y recursos que teníamos a disposición están sobrepasados». Asimismo, admitió que «lo que más nos preocupa es que ya se ha convertido en algo que no va a ser circunstancial dada la situación del norte de África y muy especialmente la que está viviendo políticamente Argelia».
Ante esta tesitura, Escandell aseguró que «como responsables de las instituciones de Ibiza y Formentera debemos regirnos por la responsabilidad y pensar en términos de prudencia», lo cual implicará «rearmarnos a nivel de recursos, de medios y de estrategia».
En este sentido, tanto Escandell como Ramírez quisieron «poner en valor» el trabajo de los técnicos de servicios sociales de ambos Consells. «Los políticos podemos crear líneas estratégicas, líneas de actuación y modelos de cooperación, pero esta situación sobrevenida la están soportando, resolviendo y amparando los técnicos», manifestó la consellera de Benestar Social. «Algunos de ellos están doblando turnos y están en un punto de implicación que no tiene ningún otro empleado de la administración», puntualizó.
Carolina Escandell también quiso restar importancia al presumible «malestar» de su área ante el «desentendimiento» del Consell de Formentera de los menores migrantes, del que informaba ayer Periódico de Ibiza y Formentera. Según explicó, «la situación ha generado muchísimo estrés en todos los servicios sociales», pero «no tiene más trascendencia que activar nuevas líneas de trabajo».