El «no» de los hoteleros de Eivissa y Formentera a la implantación de una ecotasa turística ha sido rotundo. En la asamblea general que la Federación Empresarial Hotelera celebró ayer estaban prácticamente todos los miembros y el rechazo fue unánime. En menos de una hora se consensuó un comunicado en el que, si bien afirman que hay que destinar todos los recursos que sean necesarios al cuidado del medio ambiente, se manifiestan «totalmente en contra de crear ningún impuesto o tasa nuevo, lo pague el turista o no». Lo que sí piensan que es necesario es que se administren mejor los recursos y que, si hace falta, se pida más dinero a Madrid.
Los hoteleros, según explicó su presidente, Gonzalo Miragall, consideran que ya se pagan los suficientes impuestos y que, con ellos, se deberían poder pagar todas las mejoras que sean necesarias. «El turista no es un depredador que consuma sin pagar. El turista paga en España impuestos por todo lo que consume», señaló Miragall quien señaló que el visitante que viene a Balears paga todo tipo de tasas, desde las de aeropuerto hasta el IVA, a través de todo lo que consume.
Según los empresarios pitiusos el argumento que utilizan los defensores de la ecotasa de que de esta manera se podría traer más turismo de calidad es «muy pobre». Los hoteleros explican que la tasa turística atacaría muy directamente al turismo familiar y no a aquellas personas que vienen a la isla y pueden permitirse pagar 7.000 pesetas por entrar a una discoteca. Miragall se pregunta cómo le sentará a un padre de familia tener que pagar 1.500 pesetas al llegar a Eivissa por cada uno de sus hijos, por ejemplo. «Hay mucha gente que no quiere pagar impuestos en un país que no es el suyo», añade.
La Federación Hotelera insiste en que esta medida es más propia de países subdesarrollados y señalan que han estudiado los efectos que ha tenido en otros países donde se ha implantado.