El nueve de septiembre de 1997 Gerónimo Martín recuperó del fondo del mar, al pie del faro de la Mola, un ancla cuya antigüedad data de la época del emperador romano Calígula, es decir de casi dos mil años de antigüedad. Cuando se cumplen 24 meses de su recuperación, Gerónimo Martín se queja de que la Conselleria de Cultura del Consell Insular, a quien la cedió en agosto del año pasado, no haya hecho nada para conservarla.
«Este tema está en que la institución no ha hecho nada y nadie piensa hacer nada por su limpieza y conservación», asegura la persona que recuperó el ancla. Mientras la tuvo en su poder, en una piscina que habilitó al efecto, la mantuvo en agua del mar mediante una bomba sumergida en el puerto.
Martín cedió el ancla al Consell Insular con la condición de que el ancla fuera a parar al futuro museo de Formentera. «Hicieron un presupuesto de 3 millones de pesetas para su restauración y conservación, pero luego dijeron que harían un tratamiento más barato y lo único que han hecho ha sido una piscina para conservarla y un camión de agua».
El ancla de Formentera pesa cerca de dos toneladas, tiene una caña de 5'60 metros y una argolla de 80 centímetros.