El Ayuntamiento de Eivissa iniciará a mediados de diciembre una ambiciosa campaña para mentalizar a toda la población de la necesidad de reducir el consumo de agua. Esta campaña tiene cuatro frentes puesto que, además de incluir acciones para concienciar a los ciudadanos (carteles que se colocarán en los 'opis' y trípticos que explican el ciclo del agua), incluye actividades específicas en los centros educativos, en los hoteles del municipio y en las propias instalaciones municipales.
La institución ha querido dar ejemplo y, por ello, tiene previsto aplicar de forma inmediata una serie de medidas que, a pesar de ser muy sencillas, pueden reducir el consumo de agua hasta un 40 por ciento. Consisten en instalar bolsas en todas las cisternas de los inodoros con las que se reduce la cantidad de agua que sale cada vez que se tira de la cadena y en colocar atomizadores en los grifos, de tal manera que el agua se mezcla con el aire y se consigue la misma calidad pero con menos cantidad. Ambas cosas pueden hacerse en casa con un bajo coste y consiguiendo muy buenos resultados. El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, explicó ayer durante la presentación de la campaña que uno de los objetivos es conseguir que la planta desaladora «trabaje a un ritmo normal y que se recuperen los acuíferos en la medida de lo posible». Tarrés considera que si los ciudadanos se preocupan por estas cosas también se les podrá exigir a los visitantes.