Las clases ya no son iguales para los alumnos del colegio Puig den Valls. Las fiestas patronales han trastocado los programas de estudio y, desde hace unos días, las matemáticas se confunden en el horario con el teatro o las carreras de sacos. Ayer, sin ir más lejos, todos los chavales de primero y segundo ciclo de Primaria pasaron por el auditorio del centro para presenciar la obra «La nube novata», que interpretaron los estudiantes de 3º A y B.
La función, muy breve, estuvo precedida por unos intensos aplausos de los jóvenes espectadores. Las ovaciones continuaron cuando subieron al escenario un grupo de bailarinas para ofrecer una demostración de flamenco. Por si acaso, un reducido grupo de estudiantes se llevó bajo el brazo el álbum de Pokemon, para continuar con el mercado negro del trapicheo de cromos si la obra les aburría, cosa que, por lo visto, no sucedió. Unas horas antes, por la mañana, habían sido los integrantes del grupo de teatro infantil «Foc i Fum» los que se había encargado de entretener a todos los estudiantes de educación infantil con su obra «Un conte i una rondalla amb titelles». Una vez terminó la función, y ya cada uno en su aula, los estudiantes de este ciclo se dedicaron a plasmar con rotuladores sus impresiones sobre la obra. Hubo de todo.
Los actos continuarán en el colegio hoy con las finales del concurso de dibujo que, de momento, ya ha servido para decorar todas las paredes del centro con colores. Los chavales debían crear sus dibujos a partir de la idea de un bosque. La mayoría de las obras, como explica la jefa de estudios, Edu Sánchez, reflejan hadas, gnomos y el resto de personajes fantásticos que habitan estos parajes.
El jurado que se encargará de escoger las mejores obras estará formado por un representante de los padres, uno de los profesores, un alumno y la directora del Museu d'Art Contemporani, Elena Ruiz Sastre, quien pondrá la nota de profesionalidad al certamen.