Por una vez, el fuego significaba diversión. Miles de personas se concentraron ayer frente al Casino de Ibiza, en Sant Joan y Sant Mateu de Abarca para acudir a las celebraciones auspiciadas por los respectivos consistorios y el Institut d'Estudis Eivissencs. Como manda la tradición, las llamas devoraron los malos pensamientos y el cielo recogió los deseos de una noche mágica en la que supersticiones y realidades convivieron sin problemas.
Algunos ciudadanos se atrevían a tirar a la hoguera sus desilusiones escritas en un papel mientras el resto disfrutaba de la repostería y la bebida que se ofrecía de forma gratuita. La música tampoco faltó y mientras la remodelada Orquesta de Ibiza realizaba su primera actuación en la capital, los miembros del conjunto valenciano Vieja Leyenda hacían lo propio en la localidad a la que da nombre el santo. Por su parte, el Institut permitió al numeroso público que se congregó en Sant Mateu disfrutar de la actuación de uno de los mejores grupos de folklore de la Comunitat, Al-Mayurqa. Este no fue el único espectáculo de la noche, puesto que unos instantes antes se pudo contemplar la puesta de larga de sa Colla de Sant Mateu, una presentación en sociedad al más puro estilo pagés. Para acabar la noche, se subió al escenario Digue'm Moro. Tras la velada los foguerons de Eivissa se fueron encendiendo uno a uno bajo un riguroso control del cuerpo de bomberos y la Policía Local. El recorrido se inició con el instalado por el Ayuntamiento en el paseo, uno de los más exitosos, junto al de los comerciantes de la plaza del Parque, vencedor del concurso municipal y que obtuvo en ese concepto las 175.000 pesetas del primer premio.
Formentera no quiso permanecer al margen. A las once de la noche y tras degustar café caleta y macarrons de Sant Joan el periodista José Manuel Piña pronunció el pregón de una celebración que contó con las voces de Pi de la Serra y Nuria y Erik.