Comprar ayer un décimo para el sorteo del Gordo que se celebra hoy se convirtió en poco más que un milagro. Ultima Hora Ibiza y Formentera salió a la calle para comprobar el ambiente que se vivía en las administraciones de lotería de Eivissa en la víspera del día en el que a más de una persona le cambia el rumbo de su vida. De los cuatro locales que se visitaron, sólo uno contaba con algún número procedente de las devoluciones de alguna instancia que reservó más décimos de los que realmente vendió.
A primera hora de la mañana las administraciones de la uno a la cuatro de Vila se quedaron sin billetes. La única que conservaba décimos a las doce del mediodía era la número cuatro, propiedad de Maribel Bonet Martínez y ubicada en la Avenida de España. Los clientes que no quisieron o no pudieron adquirir sus décimos fechas atrás presentaban síntomas de desesperación. Éstos se veían apaciguados con el consuelo de comprar algún décimo para el sorteo de 'El Niño'.
Los que se ubicaban detrás de la ventanilla asistían impotentes a la reacción de los clientes, que no podían creerse que se quedarían sin jugar en el sorteo más popular de los juegos de azar españoles. Y es que se habían recibido devoluciones pero no las suficientes como para atender una demanda muy elevada de última hora. El despiste o el olvido, como en el caso de Pep, un funcionario, fueron las causas que condujeron a los despistados a solicitar el ansiado décimo. «Es un desastre, me voy a tener que conformar jugando en el sorteo de 'El Niño'; es que soy un despistado, no me acordé», señalaba este cliente en la administración número 2.
Con más o menos décimos, con billetes enteros o a través de participaciones, las Pitiuses, como el resto de España, sólo tendrán oídos hoy para los niños del colegio de San Ildefonso.