«No os subáis a los montones de arena, que es peligroso». Esta orden fue la que más repitieron los cinco monitores que acompañaron a los veinte niños que estrenaron el programa de excursiones «Anem d'excursió» del Ayuntamiento de Eivissa. No fueron a visitar ninguna compañía arenera, ni tampoco se dedicaron a amontonar la arena de la playa. La primera visita de estos escolares con edades comprendidas entre 5 y 7 años fue al faro de Botafoc, donde los camiones y las máquinas excavadoras trabajan a pleno rendimiento. Una excursión marcada inevitablemente por las polémicas obras del dique. Sin embargo este hecho no cambió el rumbo de los juegos previstos. Los niños participaron en una mini-gincana y se divirtieron con las actividades previstas por los educadores.
A las diez de la mañana los padres dejaban en manos de los monitores la responsabilidad de vigilar a sus retoños. Desde esta hora comenzaba una jornada que terminaría con una velada de baile en la playa de Talamanca. Los pequeños acudieron a la cita equipados con mochilas que contenían los bocadillos y los refrescos que sus padres les habían preparado. El primer imprevisto del día llegó a las once. A esa hora estaba previsto que la comitiva accediera a las instalaciones del faro, pero la organización envió tarde la solicitud a la autoridad portuaria, que no tuvo tiempo de tramitarlo a Palma y no pudo realizarse la visita. Con todo, los monitores improvisaron sobre la marcha juegos de palabras, mímica y conversación a las faldas de la señal luminosa con un fin: incentivar el compañerismo y la convivencia entre los pequeños.
Después comenzó el simbólico rescate del tesoro. Los niños participaron en la búsqueda de un cofre de caramelos que compartieron a la hora del almuerzo. Sobre las cuatro y media de la tarde los padres retornaron al lugar para llevar de vuelta a casa a sus hijos. El próximo domingo se organizará la segunda excursión. Será a Sant Llorenç y para niños de 8 a 12 años, quienes tendrán que desembolsar 500 pesetas.