La zona de Sant Jordi conocida como Can Palleva es una de las muchas que sufre en silencio la ausencia de placas identificativas del nombre de la calle en la que habitan sus vecinos y del número correspondiente a cada una de sus casas. La vida diaria de todos ellos se ve alterada por el hecho de no poder recibir en sus hogares la correspondencia -algo común en los ámbitos rurales de la isla y menos en los urbanos como este-, teniendo que recurrir a técnicas primigenias de comunicación o, en su defecto, a los más modernos mensajes enviados a través del correo electrónico. Ultima Hora Ibiza y Formentera se ha acercado al lugar para comprobar la versión de los afectados.
«Nos vemos obligados a ir hasta Correos a diario, dar nuestro nombre, el de nuestra propiedad y esperar a que haya suerte y localicen nuestras cartas. Es una pérdida de tiempo y una molestia tener que salir de casa cada día para comprobar si alguien te ha escrito». Así explica Catalina Costa, una de las vecinas de la zona, la operación que realiza cada día. «El propio cartero nos dice que esto es tercermundista, el dar el nombre de la propiedad sin una dirección que la localice mejor», continúa la afectada.
Algunos vecinos tienen un apartado de correos propio, pero eso no significa que tampoco tengan que hacer cada día el paseo hasta la estafeta de correo de Sant Jordi porque los buzones están allí. El remedio más empleado es el de poner la dirección de otro familiar, la del trabajo o la de algún local que los implicados dispongan en un lugar que quede ubicado en una calle numerada. Es el caso de Margarita Costa, que tiene un buzón en el almacén de su marido en la calle Acacias de Sant Jordi. El problema es que éste está instalado en un lugar más alejado todavía que la propia oficina de Correos.
En teoría todos ellos están encuadrados en el transcurso de la calle Campanetes, localizada en la entrada a Sant Jordi de ses Salines y paralela a la carretera del aeropuerto. En ningún punto de su trazado aparece una placa identificativa del nombre ni de los números de las casas. Los vecinos piden que las que tienen instaladas actualmente -que indican un número de sección, de polígono y de casa- se conviertan en útiles para facilitarles un poco más la vida.