El padre Jorge Córdova es un trotamundos que se dedica a «transmitir la palabra de Dios» por todo el planeta desde hace dos décadas. Originario de la capital de «la mitad del mundo», Ecuador, se encuentra estos días en Eivissa donde esta tarde participará en un seminario dando una conferencia esta tarde en la parroquia de Santa Cruz, a partir de las 21'30 horas, que intercalará con un recital de música en directo, su principal vehículo de comunicación.
La relación de este sacerdote ecuatoriano con la Iglesia se debe a una experiencia de Dios que vivió durante un retiro. Con los estudios de Medicina finalizados, el compromiso de matrimonio con su novia y la vida más o menos montada, Jorge Córdova renunció a todo por seguir la llamada de Dios. «Simplemente soy un sacerdote que ama a Dios», explicó durante la entrevista recién llegado de Arizona (EE.UU). Paralelamente, el origen de su relación con la música y los conciertos está en el conjunto de rock del que formaba parte durante su juventud.
Su trabajo y don de gentes le han mostrado las diferencias entre la gente latinoamericana y la europea: «La de América Latina es mucho más efusiva, saca lo que tiene dentro. Aquí son más introvertidos y existe una crisis de valores y de creencias».
Su sistema de predicación a través de la música provocó algún que otro problema. Una de las anécdotas que recuerda es el encontronazo que tuvo con el cardenal de Quito: «Me hizo llamar para pedirme explicaciones y yo le dije que porqué no podía cantarle y hablarle a la gente de Dios si así era como mejor me entendían. El cardenal reflexionó y me dejó la vía libre, y así sigo desde entonces».