El Consell pitiuso ha introducido este año una importante variante en el trámite que deben seguir los ayuntamientos para presentar los Planes Insulares de Obras y Servicios (PIOS): deben planificar a tres años vista, y no sólo para el próximo ejercicio, como ocurría hasta ahora. Así, antes del 24 de septiembre los consistorios deberán presentar sus proyectos para los años 2002, 2003 y 2004, circunstancia que ha pillado por sorpresa a algunas instituciones, si bien otras ya estaban preparadas.
Se trata, según explicó ayer el conseller insular de Cooperació Municipal, Vicent Tur, de una «novedad relativa» respecto a las pasadas ediciones, ya que si bien durante los últimos años la planificación sólo tenía en cuenta el siguiente ejercicio, el decreto que regula los PIOS ya estipulaba la necesidad de que los planes fueran plurianuales. A su juicio, se necesitaba este cambio para evitar que se convirtieran en «unos planes de obras inconexas». El objetivo es realizar previsiones a medio y largo plazo que permitan cubrir, mediante planes plurianuales, las necesidades de infraestructuras y servicios básicos de los municipios.
El teniente de alcalde de Santa Eulària, Vicente Riera, considera que la planificación a tres años vista «no es ningún disparate», si bien advierte de que habrá que comprobar si «en la práctica es posible». En iguales términos se expresó Blanca Castiella, concejala de Urbanismo de Sant Antoni: «No me parece mal que se haga a más largo plazo, ya que a veces un año es muy poco. Ya veremos cómo funciona». En el Ayuntamiento de Eivissa también están encantados con la idea, que no les ha pillado por sorpresa: sus previsiones alcanzan los próximos siete años. Donde no ha sentado tan bien es en Sant Josep, donde un portavoz criticó que el plazo sea tan extenso.