Los siete votos que suman el grupo popular y el mixto del Consell Insular se impusieron ayer a los seis del equipo de gobierno en el debate más importante del año. Ambos grupos habían presentado enmiendas de devolución a los presupuestos de 2002 y como el reglamento establece que este tipo de propuestas, aun siendo diferentes, deben ser votadas conjuntamente, las cuentas del próximo ejercicio no llegaron a votarse porque previamente se había aprobado devolverlas al equipo de gobierno.
En la práctica, esto significa que los presupuestos de 2002 preparados por el Pacte Progressista no entrarán en vigor y que el día 1 de enero se prorrogarán automáticamente los del presente ejercicio. A esas cuentas habrá que añadirles el dinero que llega por las transferencias de bienestar social y carreteras, pero cualquier proyecto que el equipo de gobierno quiera llevar adelante y que no aparezca en los presupuestos de 2001 deberá ser ratificado previamente por el pleno.
Este resultado es fruto del fracaso de las negociaciones entre el Pacte y Els Verds. Ayer mismo, antes del pleno, la presidenta Pilar Costa y la coordinadora del partido ecologista, Marta Roldán, mantuvieron conversaciones telefónicas sin éxitos visibles. Según el Pacte, Roldán se había comprometido en dicha conversación a que Joan Buades, el conseller del grupo mixto, retiraría la enmienda a la totalidad, gesto que sería respondido con la retirada de los presupuestos por parte del Pacte para que continuara el proceso negociador y se intentara alcanzar un acuerdo antes de fin de año.
Sin embargo, este extremo fue negado ayer por Roldán, que afirmó que no se había comprometido en ningún momento a retirar dicha enmienda. El propio Buades argumentó que dicha enmienda había sido registrada apenas media hora antes de que comenzara el pleno precisamente porque su partido ha estado dispuesto hasta el último momento a pactar y a negociar como ha hecho, añadió, en el Ayuntamiento de Eivissa y el Govern balear.