Alrededor del 61 por ciento de los ayuntamientos de Balears paga más de lo que ingresa por la gestión de los residuos, según un estudio sobre las tasas municipales realizado, con datos del 2000, por la Oficina de Reducción de Residuos de la Conselleria de Medi Ambient, y que concluye que aumentar la recogida selectiva y primar la reducción de la producción de basuras permitiría abaratar las tasas. Respecto a Eivissa, el director general de Residuos, Nicolau Barceló, insiste en que «se está pagando a Herbusa por un tratamiento deficiente desde el punto de vista ambiental». Eso sí, «con lo que se paga es imposible que se gestionen correctamente los residuos», indicó, al tiempo que aseguró que «los ingresos que obtienen los municipios no bastan para cubrir lo que cuesta la gestión de residuos urbanos».
En ese capítulo, el déficit medio de los ayuntamientos de Eivissa y Formentera es de 400.000 euros, más elevado que en Mallorca (150.000) y Menorca (90.000 euros). La paradoja es que «se paga mucho para lo que se hace en tratamiento, pero poco para lo que se necesita». En la presentación del estudio, la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, indicó que «las tasas no se ajustan a los costes reales», ya que las actividades turísticas no hoteleras (oferta complementaria) aportan el 5'5 por ciento de los ingresos municipales por impuestos de residuos cuando la gestión de las basuras que generan supone el 19'5 por ciento del coste total.
Asimismo, los domicilios pagan el 49'3 por ciento, pero las basuras domésticas suponen el 60'1 por ciento del gasto municipal; por contra, las actividades económicas no turísticas aportan el 20 por ciento de los ingresos totales por tasas de basuras y ocasionan el 7'2 por ciento del coste, mientras que los hoteles pagan el 16'4 por ciento de las tasas y sus basuras generan el 13'1 de los gastos. Por su parte, el director general de Residuos, Nicolau Barceló, indicó que hay «dispersión» en los conceptos considerados en las tasas de residuos, en las que algunos consistorios de las Pitiüses incluyen servicios como la limpieza de los colegios. La Conselleria de Medi Ambient ha ofrecido su asesoramiento a los ayuntamientos y les ha remitido un nuevo sistema de cálculo.
Próximamente les enviará también un programa informático para que incluyan sus datos y hagan los cálculos de cómo deberían ser sus tasas. El estudio pone de relieve una gran disparidad de criterios en la aplicación de las tasas, situación que conlleva, según el director general de Residuos, «diferencias excesivas». Hay hoteles que pagan por habitación, otros en función de sus plazas, algunos municipios cobran a las empresas según la superficie de sus instalaciones y sin tener en cuenta su actividad y existen ayuntamientos que no disponen de tasas específicas para negocios que generan residuos peligrosos, como los talleres mecánicos.
En este sentido, Barceló apuesta por cobrar una tasa mínima a esos negocios, ya que «no generan residuos urbanos, sino peligrosos». En cuanto a los costes, el tratamiento se cifraba en el 2000 en Mallorca en 7.839 pesetas por tonelada, en Eivissa en 5.257 pesetas y en Menorca en 4.463 pesetas. La recogida costaba en Mallorca una media de 7.018 pesetas por tonelada al año, en Eivissa 7.621 pesetas y en Menorca 8.195 pesetas, aunque existen considerables diferencias entre los municipios.