El Ayuntamiento de Formentera ha iniciado el proceso de demolición de un muro ilegal situado en la finca Can Ferrer del Pilar de la Mola. Esta demolición culmina un largo proceso que ha durado cerca de dos años en el que los tribunales han dado la razón a la administración desestimando el recurso contencioso administrativo interpuesto por la propietaria de la finca. En concreto se ha procedido a iniciar el derribo de un muro de 110 metros de longitud por 2'40 metros de altura y la demolición se basa en dos aspectos: en primer lugar que la altura máxima permitida del muro es de un metro "límite sobrepasado en 1'40 metros adicionales-, y en que el muro debe ser de paret seca siguiendo el sistema constructivo tradicional.
En el caso de la vivienda de Can Ferrer, ubicada en la Venda des Monestir en la Mola, cuya propietaria es la súbdita extranjera C.K., las obras además de ser ilegales eran ilegalizables y por tanto se ha procedido a iniciar su demolición. El derribo lo realiza el Ayuntamiento por el sistema de ejecución subsidiaria y está valorado en unos 5.400 euros, unas 900.000 pesetas, que el Consistorio cobrará posteriormente a la propiedad. La sanción económica que conlleva la construcción está pendiente de su resolución judicial.
El concejal responsable del área de urbanismo, José Ramón Mateos, ha señalado que ni siendo el muro todo él de paret seca hubiera podido legalizarse ya que a la altura máxima permitida, 1 metro, sólo se le puede añadir 1 metro más bien de tela metálica, brezo o similar, pero levantar un muro de esas dimensiones. Asimismo Mateos ha insistido en que «si el Ayuntamiento se toma tantas molestias por un muro, que nadie dude que se tomará las que hagan falta para demoler aquellas edificaciones, sean del tipo que sean que no se ajusten a la legalidad y, evidentemente, no puedan ser legalizables».