El Ayuntamiento de Eivissa mantiene su intención de reducir la dotación de socorristas en las playas del municipio debido a la fuerte subida del coste del servicio. «Aún no hemos hecho los cálculos, pero de los siete socorristas del año pasado podemos pasar a cinco», explicó ayer a este periódico el edil de Turismo, Maurici Cuesta. Lo que sí es seguro es que este verano los ayuntamientos de Eivissa y Sant Josep compartirán una lancha para cubrir la seguridad de las playas de Figueretes y Platja d'en Bossa. Cuesta también apunta que este año tampoco podrán ampliar la duración del servicio un mes más, tal y como estaba previsto.
Los ayuntamientos de Sant Antoni y Santa Eulària son los únicos que ya han solicitado a Cruz Roja el mismo servicio del año pasado. Sant Antoni ya ha pedido tres socorristas y una lancha, mientras que Santa Eulària ha pedido dos personas y también una lancha. «Es la misma dotación que el año pasado», explicó ayer a este periódico el responsable de las relaciones institucionales de Cruz Roja en las Pitiüses, Enrique Mayans. El coste de la puesta en marcha del servicio de seguridad en la playas de las Pitiüses se ha disparado al alza un 40 por ciento, debido, principalmente, a que Cruz Roja ya no cuenta este año con objetores de conciencia.
El presupuesto ha pasado en un año de 212.000 euros (35'2 millones de pesetas) a 344.380 euros (57'3 millones de pesetas). Por ello, los ayuntamientos solicitaron la colaboración del Consell Insular, que finalmente destinará una partida de 30.000 euros (5 millones de pesetas).