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Eivissa iniciará al fin en octubre las obras de reforma de sa Pedrera en sa Penya

Si la empresa contratada hace ya casi un año no puede empezar el proyecto en esta fecha, se adjudicará a otra

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EUGENIO RODRIGUEZ
Casi un año después (noviembre de 2001) de que se adjudicaran las obras de la primera fase de la reforma de sa Pedrera, justo debajo del baluarte de Santa Llúcia, en el barrio de sa Penya, el Ayuntamiento de Eivissa ha avisado a la empresa contratada, Félix Rodríguez Escobar, de que si no puede empezar las obras en octubre rescindirá el contrato para adjudicarlo a otra empresa que, al parecer, sí está dispuesta a iniciar la reforma en esta fecha.

«La empresa contratada no tiene posibilidades de empezar la obra y ya no podemos esperar más [salieron a concurso en agosto de 2000]. Hemos acordado con la empresa que antes de que acabe este mes deben confirmar si finalmente pueden empezar la obra en octubre, sino se rescindirá el contrato y se readjudicará el proyecto a otra empresa», explica el edil de Urbanismo, Joan Boned.

El proyecto de sa Penya, presupuestado en 318.000 euros (53 millones de pesetas), prevé la instalación de pavimento y un acceso para la plaza des Sitis, situado en el corazón del barrio de sa Penya. Las obras incluyen el adoquinado del primer y último tramo de la calle (hasta la casa Broner), dejando el espacio central para la segunda fase. El proyecto es del arquitecto Raimon Torres y ya fue incluido hace dos años en el Pla Insular d'Obres i Serveis (PIOS) del Consell Insular,.

Una vez finalizada la totalidad de la reforma (las dos fases), sa Pedrera podrá ser utilizada como auditorio al aire libre. Está prevista la instalación de bancos que los ciudadanos podrán utilizar para sentarse si pasean por la zona. El edil de Urbanismo mantiene que próximamente se licitarán las obras de la segunda fase del proyecto, que consiste en el adoquinado de la parte central de la calle, para que se inicien casi al mismo tiempo que las de la primera. Este espacio libre en el centro de la calle tendrá, según Joan Boned, dos o tres niveles, que se conectarán con una escalera.

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