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El PP culpa al Pacte de los problemas de seguridad y tráfico del verano en Eivissa

Lamenta que la contratación de 20 policías más no ha servido de nada

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El Grupo Municipal del PP en Eivissa hizo balance antes de tiempo de los principales problemas que han afectado a la ciudad (seguridad y tráfico principalmente) durante los meses de estío y culpó de todo ello al equipo de gobierno del Pacte por su «mala gestión y organización».

La portavoz del PP en Eivissa, Virtudes Marí, recordó que la incorporación de 20 nuevos auxiliares de la Policía Local debía revertir en una mejora sustancial de la seguridad y el tráfico rodado en el casco urbano. «Ni el aumento de la policía local, ni la apertura del nuevo acceso [la tercera entrada a Eivissa por la rotonda de Can Misses] han servido para resolver el problema del tránsito». Es mas, según Marí, el nuevo acceso a la ciudad apenas lo utiliza nadie debido principalmente a que no está señalizado.

El PP mantiene que la «mala organización» del equipo de gobierno ha provocado que el gasto económico destinado a la contratación de 20 auxiliares de policía «no ha servido para nada». Marí manifestó que, «a pesar de este incremento» en la plantilla de la Policía Local, «las ordenanzas municipales siguen sin ser cumplidas en muchas ocasiones, no ha disminuido la delincuencia y el caos circulatorio en la ciudad es cada vez mayor». Marí recuerda que un año más la confluencia de la calle Barcelona con la salida al puerto es «un tapón» por el cada vez mayor número de comerciantes que invaden la calle con sus puestos de venta, así como la masiva presencia de repartidores de publicidad dinámica y «enganches» de los bares.

La portavoz popular también hizo mención a los problemas de ruidos en el puerto, que «siguen sin control alguno». «Por un lado prohíben a las comparsas de las discotecas el uso de instrumentos musicales, y, por otro, se permite que algunos establecimientos excedan el umbral permitido». Al PP tampoco le gusta que se haya suprimido la vigilancia en los parques infantiles, así como la poca presencia de los agentes en los barrios sa Penya, la Marina y Dalt Vila. «Sólo se les ve con la grúa», dice.

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