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Can Misses ofrece un servicio para detectar la sordera en recién nacidos

Los bebés nacidos en la Policlínica del Rosario también se podrán beneficiar de este programa

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El IB-Salut pondrá en marcha en octubre un programa de detección precoz de la hipoacusia, la sordera congénita, de la que se podrán beneficiar los niños recién nacidos tanto en Can Misses como en la Policlínica del Rosario. La gerente del IB-Salut en Eivissa y Formentera, María Àngeles Leciñena, presentó ayer este programa acompañada por los responsables de los distintos servicios implicados: el jefe de servicio de Otorrinolaringología de Can Misses, Lluís Conill, el neurofisiólogo Miguel Àngel Moyano y el pediatra Juan García Serra.

Leciñena explico que el objetivo del programa es hacer «un estudio en todos los niños que nazcan en Eivissa y no tan sólo de los casos de riesgo». La prueba se realizará bajo el consentimiento de los padres.

Los casos de sordera congénita en las Pitiüses es de 15 por cada 9.000 nacimientos. Sin embargo, hay pocos datos sobre la incidencia aunque se cree que es de tres casos por mil habitantes. «Con la puesta en marcha de este programa se pretende hacer una detección precoz. Se podrá iniciar el tratamiento a tiempo y mejorar el pronóstico de la enfermedad, que afecta no sólo a la audición sino también al lenguaje», explicó Leciñena.

El doctor Conill precisó que la sordera congénita se refiere a la que aparece en el momento de nacer el niño cuando el oído está maduro. Destacó la importancia de este programa «que va a controlar a todos los niños que nazcan y es importante hacerlo en Eivissa porque tenemos dos maternidades. En Mallorca tienen serios problemas para hacerlo porque hay hospitales que se han desvinculado. Hay un estudio hecho pero es muy sesgado».

Conill incidió en que «la detección temprana y un diagnóstico precoz permitirá a estos niños recibir un tratamiento adecuado». Estas pruebas son muy importante ya que «las claves para el desarrollo posterior del lenguaje están, sobre todo, en el primer año de vida. Si perdemos los primeros tres años al no detectar la pérdida de audición ni se pueda recuperar, este niño va a tener serios problemas y no va a desarrollar un lenguaje correcto». La edad media de diagnóstico de la hipoacusia es de tres años, «es un desastre total, porque si se detecta a esta edad se recuperará el oído parcialmente y no tenga una rehabilitación adecuada».

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