La presente edición de la Semana Internacional de la Moda de Madrid (SIMM) finalizó ayer con un balance positivo con algunas puntualizaciones por parte de las distintas firmas participantes, que durante la jornada del sábado habían notado un pequeño bajón en las ventas.
Magda Brasa, de Gloria Bendita, calificó la experiencia de «positiva». «Si comparo esta feria con la de agosto, la verdad es que en cuanto a ventas me ha ido regular, hemos cogido menos pedidos, pero bueno, siempre es bueno participar en eventos de este tipo para darse a conocer. Yo creo que parte de culpa la tiene la situación de nuestro stand, que está un poco apartado, pero se conceden por sorteo y ahí no se puede hacer nada», señaló satisfecha por haber conseguido contactar con numerosos clientes de la zona norte de la península.
Opinión distinta tenía Mayte Cebellín, de S'Aranya: «Estamos muy contentos porque hemos conseguido contactar con clientes de distintos puntos de España, sobre todo de la zona norte. Ésta es nuestra segunda feria y la verdad es que nuestras colecciones han gustado muchísimo, de hecho, hemos vendido más que en la feria de agosto», confesó la diseñadora que ha destacado la serigrafía con diseños propios en una de sus colecciones como gancho para gustar a los profesionales que desde el pasado viernes visitaron la feria.
Por su parte, Paula Vázquez, de la firma Ibiza Tribe se mostró satisfecha por los contactos. «Trabajo con una moda muy alternativa por eso soy consciente de que mi clientela es de tiendas muy especiales pero la feria me ha servido para realizar posibles ventas», dijo esta diseñadora que trabaja con prendas de algodón y gran colorido hechas con material reciclado de manera artesanal.
E.E.