El concejal Pedro Campillo y el presidente de la asociación de taxis de Eivissa, Joan Marí, comparecieron ayer para hacer balance de la temporada. Campillo no dudó en asegurar que en los últimos tiempos «se han dado pasos importantes» como la instalación del taxímetro y la correcta rotación de turnos en las paradas, lo que está «mejorando el panorama». De todos modos, reconoció que en verano «faltan taxis en Eivissa pero también en Sitges y en todas las ciudades donde hay una avalancha muy puntual en un momento del año»
La escasez de taxis se ha registrado, sobre todo, por las noches en el mes de agosto y en los días de fiesta de las discotecas, según Campillo. El concejal avanzó que los taxistas han manifestado que verían con buenos ojos la puesta en marcha de autobuses que desmasificaran la demanda de taxis durante las noches de agosto en días punta de fiesta de discotecas. Insinuando que es el Consell quien tiene que activar estos acuerdos, Campillo subrayó que estas medidas «ayudarían a descongestionar de tráfico las carreteras y se evitaría tener que construir grandes autopistas que van a llevar al cielo, o al infierno, literalmente», bromeó Campillo.
El concejal recordó que en Eivissa hay 110 licencias de taxi que «seguramente se revisarán al alza en esta legislatura» y remarcó que harán un estudio para comprobar la necesidad real, es decir, «si faltan licencias y evaluar cuántas se van poner en marcha», que serán unas 13 o 14 probablemente. Hay que tener en cuenta, según el concejal, que del sector del taxi del municipio de Eivissa viven más de 200 familias y que hay que mantener el equilibrio entre el número de licencias y personas que viven de esta actividad.