Nos hemos quedado sorprendidísimos porque aquí hacemos una cocina
tradicional y aunque intentamos hacerlo lo mejor posible no
esperábamos recibir ningún premio», comentaba ayer Cati Marí, hija
de Lina Prats y Antonio Marí, propietarios del restaurante Es
Rebost de Can Prats.
Los padres de Cati Marí se encontraban ayer en Madrid. Hasta allí
habían viajado para recoger el premio Plato de Oro que entrega
anualmente Radio Turismo. Y esta vez, ellos también pudieron
escuchar su nombre y el del restaurante familiar que funciona desde
hace nueve años en Sant Antoni, entre los premiados.
«Ahora tenemos este restaurante, pero mis padres han tenido otros y
durante 25 años se han dedicado a esto», recordaba la hija, que
también trabaja en el negocio. Ubicado en una antigua casa de más
de un siglo de antigüedad que perteneció a la familia materna de
Lina Prats, este sencillo restaurante ofrece una cocina tradicional
ibicenca y un trato cercano, características que ha valorado el
jurado que elige cada año a 150 restaurantes como merecedores del
Plato de Oro.
«Primero recibimos una carta en la que nos decían que nos habían
nominado -relata Cati Marí- pero no se lo dijimos a casi nadie
hasta estar seguros». Hace alrededor de un mes conocieron la
noticia, pero el trabajo ha continuado siendo el de siempre, mucho.
«No nos podemos quejar porque siempre hemos trabajado muy bien»,
explica.
La mayor parte de la clientela de Es Rebost de Can Prats -que con
su nombre hace honor a su cocina, de mercado, porque 'rebost'
significa 'despensa'- es fija y de la isla. «En verano también
vienen turistas, pero casi siempre son españoles y muchos nos dicen
que han venido por recomendación; aquí nos ha ayudado mucho el boca
a boca», dice Cati Marí.
Es, como dicen sus propietarios, un lugar que visitan «quienes
quieren comer auténtico» , aunque con ciertos toques de modernidad.
Tanto Lina Prats como Antonio Marí no pueden evitar entrar a la
cocina aunque al frente de ésta trabaja también otro profesional.
«Cocinan platos como esofrit payés o lo caracoles», explica su
hija. El pincho de rebost, esofrit payés con manitas de cerdo
-receta de la abuela- el arroz de matanza o ecuinat de verduras son
algunos de los platos que se pueden degustar. Con sólo 12 meses y
capacidad para 35 personas, en este negocio seguro que no se les
sube la 'fama' a la cabeza. S. Yturriaga
Plato de oro para un sabor auténtico
Los propietarios de este negocio familiar de Sant Antoni recibieron ayer un galardón que premia a 150 restaurantes cada año