-¿Eivissa tiene potencial suficiente para convertirse realmente en un destino de calidad para el turismo cultural?
-Indudablemente. Eivissa parte con una ventaja comparativa con respecto a otros destinos al tener una marca y ser una ciudad conocida. Cuenta además con una declaración de Patrimonio de la Humanidad, con recursos culturales y recursos intangibles, como las tradiciones y costumbres que le dotan de unas características muy importantes para el turismo cultural. Tiene además una planta hotelera y una oferta de servicios suficientemente amplia para cubrir sobradamente la demandas del turista cultural.
-¿Qué planteamientos hay que cambiar para conseguir promover al máximo este tipo de turismo en Eivissa?
-Hay algunas deficiencias como la falta coordinación entre las distintas administraciones. También sería necesario una mayor implicación del sector privado y de los colectivos presentes dentro de la ciudad. Se trata de hacer un trabajo cotidiano en el que se reconozca la importancia que el turismo cultural puede tener para la ciudad. La concesión del Plan de Excelencia Turística para Eivissa sería uno de los aspectos que le daría ese impulso necesario a los recursos culturales que tiene Eivissa y sería un acicate para potenciar este tipo de turismo. Por otra parte, la isla dispone de una planta hotelera muy amplia, sin embargo, no todos los hoteles encajan con lo que busca el turismo cultural y la red de servicios complementarios es variada pero no se mantiene abierta todo el año. Digamos que tenemos la infraestructura pero hay que potenciarla más y ampliarla a lo largo del año.
-¿Es compatible la promoción de Eivissa como destino cultural con la imagen tópica que se ha dado de la isla de sol, playa y fiesta?
-El espacio en el que se desarrollan ambas tipologías de turistas no es totalmente coincidente. El ámbito cultural es más amplio y el periodo que se podría aprovechar desde el punto de vista cultural es mayor. Supondría una desestacionalización de la oferta turística y evitaría que ciertos establecimientos cierren en determinadas épocas. En modo alguno hay que rechazar la tipología turística actual pero hay que compaginarla con otras tipologías turísticas como la cultural que sirvan de complemento durante el resto del año a la oferta fundamental de playa, sol y fiesta que representa Eivissa. De hecho las tendencias actuales apuntan a tener uno, dos o tres productos y no entrar en un monocultivo turístico. Esto supone mantener unos niveles de ocupación importantes todo el año.
-¿Qué demanda el turista cultural?
-Este tipo de turista tiene un nivel de formación y un poder
adquisitivo bastante elevado y pide un servicio de calidad y un
trato más personalizado. Está más interesado en hoteles más
pequeños y busca restaurantes donde la gastronomía local tenga un
peso importante y servicios complementarios. Es un turista
interesante porque su gasto medio diario es muy superior al de un
turista de sol y playa. Los últimos datos de 2000 hablan de un
gasto medio en torno a 77 euros diarios por persona.