Los hambrientos asistentes comenzaron a llegar a eso de las 19,30 horas, pero para entonces los cocineros ya llevaban trabajando unas cuatro horas. Bartolomé Escandell, presidente de la asociación de floristeros, fue de nuevo el cocinero responsable de la truitada que se celebró en el barrio de sa Capelleta coincidiendo con eDijous Llarder, o lo que es lo mismo, con la jornada inaugural de las fiestas de Carnaval.
En los antiguos locales de IBIMA, situados en la Vía Púnica, se organizó el tradicional festín gastronómico. Los miembros de la asociación calculan que a lo largo de toda la tarde llegaron a preparar alrededor de 70 tortillas que se repartieron gratuitamente. De habas, de guisantes, de pimientos o de espárragos; todas desaparecieron de los platos a una gran velocidad. Para preparar el banquete hicieron falta 50 kilogramos de patatas y dos cajas de 360 huevos cada una. «¿Ya vienes a por otro trozo?», le preguntaba una de las vecinas a un joven que se excusaba diciendo que había comido muy poco en todo el día.
El presidente del Consell, Pere Palau, la concejala y delegada del Ibavi, Virtudes Marí (que ayer estaba allí como integrante de la asociación), o Sandra Mayans fueron algunos de los políticos que estuvieron presentes. S.Y.