Lamentablemente, siempre hay algo para hacer», aseguró Gustavo
López Zamora, uno de los cinco socorristas que desde ayer se
encargan de velar por la seguridad de los bañistas de todo el área
de Sant Antoni.
Sin accidentes que necesitaran de sus primeros auxilios debidos a
la todavía «poca afluencia de gente», este primer día de trabajo
les ha permitido realizar un exhaustivo reconocimiento del terreno
a bordo de la embarcación neumética en la que han patrullado y a su
vez visitado «todos los chiringuitos ubicados en las playas y calas
en las que no hay socorristas para que en cualquier caso sepan
dónde localizarnos» aseguró López.
Patrich Tur Vagafi es quien se encarga junto a López de las labores
de apoyo desde mar, mientras Naftaly Luis Hernández realiza la
vigilancia permamente en la bahía de Sant Antoni, al igual que los
otros socorristas encargados de Cala Bassa y Cala Gració.
La prevención es, según Naftaly, el aspecto más importante que debe
tener en cuenta un socorrista y, en un día tranquilo como el de
ayer, « hay que asegurarse de que las embarcaciones motoras no
crucen las señalizaciones para que no haya casos de atropello; y
también aconsejar a las personas mayores que se cuiden del sol por
el tema de la tensión».
Sin embargo, el comportamiento de los bañistas siempre es
impredecible y en años anteriores «no han faltado aquellos que por
zambullirse desde las rocas al agua hayan quedado inconscientes o
algo peor», aseguró, López que lleva quince años de socorrista
tanto en Eivissa como en otras partes del mundo.
Las playas de Sant Antoni han sido las beneficiadas en tema de
seguridad debido a que disponen de un 30% más de personal a
comparación de otros años.
Desde una torre de vigilancia y equipados con material de
primeros auxilios para pequeños accidentes como cortes o picaduras
de meduzas, un flotador o 'lata' para un caso de rescate y los
conocimientos adecuados de RCP (resurrección cardio pulmonar) son
los elementos básicos con los que éstos jóvenes trabajan. «Nuestro
objetivo es atender de primeras cualquier urgencia hasta que llegue
el apoyo necesario de los servicios médicos», explicó Gómez.
El servicio de vigilancia se extenderá durante todo el verano desde
las 11,00 hasta las 18,00 horas. Luciana
Aversa