L.F.A./G.R.
La media de Eivissa y Formentera fue del 69,2 por ciento de ocupación, un 5,5 por ciento inferior a la de 2003, cuando se estaba a un 74,8%. La isla de Eivissa ha tenido los hoteles al 68,1 por ciento, 6 puntos por debajo del 74,1 por ciento de ocupación del año pasado. Por zonas, la más castigada con diferencia es la de Sant Josep y sus calas, con un descenso de un 22,5% de demanda ya que han estado sólo al 50,1% frente al 72,7 de 2003. Otra área que cae es la Sant Antoni, donde los hoteles han estado al 61 por ciento de su capacidad, 7,3 puntos por debajo de la ocupación en 2003, que fue de 68,3%.
También ha habido caídas pero menos importantes en la zona norte y Santa Eulària. La primera ha estado al 80,8% y la segunda al 73,4, ambas a dos puntos por debajo de los datos de 2003. Mención aparte merece Formentera, con el 86,8% de plazas llenas en la primera quincena de junio, un 1,1% más que en 2003.
El presidente de la Federación Hotelera, Pedro Matutes, admitió que se sigue en la misma línea de caídas significativas, aunque cree que ha habido una mejora con respecto a mayo «con casi veinte puntos de aumento». La zona más desfavorecida «es la de las calas de Sant Josep, donde hay una serie de establecimientos con una apertura mucho más tardía por reformas». La parte norte de la isla y Santa Eulària «son las que menos sufren porque cuentan con un mercado familiar más estable y fiel», señaló el hotelero.