Vecinos de Puig d'en Valls han presentado una denuncia ante el juzgado de instrucción número 1 contra la empresa Gesa-Endesa por sufrir «una situación preocupante, grave e inaceptable de permanente molestia con graves riesgos tanto para la salud física y mental como para la integridad y solidez de sus propias viviendas». La razón de estas molestias viene motivada por los humos, con carbonilla, ruidos y vibraciones procedentes de la central térmica de Eivissa.
Por su parte, Gesa realizó un estudio en el año 2003 sobre el impacto de contaminación acústica y vibratoria de las instalaciones de la central respecto a su entorno y en él figura el exceso de emisión sonora que sobrepasa, así, los límites reglamentarios. A pesar de este informe, los vecinos no han obtenido ningún tipo de respuesta y mucho menos una solución.
Según comentó uno de los portavoces de la empresa, las molestias vienen a raíz de un problema en el funcionamiento de los conductos de evacuación de gases de combustión de los motores. «Es un error de fábrica por lo que estamos a la espera de la respuesta de los fabricantes», según comentó uno de los portavoces de Gesa, José Luis Gracia.
Asimismo, y como resultado de estas molestias, los perjudicados alegan «el trastorno del sueño en forma de insomnio así como la alteración de las condiciones naturales del ecosistema». Además, el exceso sonoro debido a la mala instalación de los conductos provoca la alteración del ritmo de vida normal, «pudiendo provocar estado de fatiga, cansancio, irritabilidad, disminución de atención o la existencia de síntomas vegetativos».