El Govern balear invertirá 16 millones de euros (algo más de 2.500 millones de pesetas) en la modernización del transporte público de las Pitiüses. La consellera balear d'Obres Públiques, Vivenda i Transports, Mabel Cabrer, presentó ayer en Palma el nuevo Plan Director Sectorial de Transports de les Illes Balears, en el que en un plazo de siete años (2005-12), prevé, entre otras cosas, la construcción de la estación de autobuses de la ciudad de Eivissa, las terminales de Sant Antoni, Santa Eulària, el aeropuerto y La Savina, en Formentera, y las terminales marítimas de Eivissa. Para la construcción de estas infraestructuras el plan prevé un gasto de 4,8 millones de euros (800 millones de pesetas).
El objetivo estratégico del nuevo plan, según explicó Cabrer, es conseguir que el 25 por ciento de los viajes mecanizados (vehículos con motor) por carretera se realicen en transporte colectivo. Actualmente en las Pitiüses sólo el seis por ciento de los traslados mecanizados (coches, motos,...) se llevan a cabo en transporte público, cuando la media en el conjunto del archipiélago es del doble (12 por ciento). Casi la mitad de los viajes que se realizan a bordo de un medio de transporte público en las Pitiüses corresponden a la línea de autobús interurbana, mientras que el uso del taxi se limita a un exiguo 6,5 por ciento, según los datos de movilidad de 2000-01 sobre los cuáles el Govern ha elaborado el plan de transporte.
Para reordenar el transporte regular por carretera, el Govern prevé la implantación de nuevos servicios regulares, la instalación y la modernización de las marquesinas y, entre otras cosas, la renovación de la flota de autobuses (los vehículos de los concesionarios de las Pitiüses tienen una antigüedad de 10 años). También se convocará un concurso público para otorgar en régimen de concesión el suministro, la instalación y el mantenimiento de las marquesinas. El plan contempla, además, la creación de carriles exclusivos para el bus o, como mínimo, vías preferentes para estos vehículos públicos.
Sobre el uso de la bicicleta, el plan prevé la creación de carriles exclusivos para ello y, progresivamente, la puesta en marcha de una red cicloturística.
La mayor inversión prevista en el plan de transportes se destinará a la red ferroviaria de Mallorca, con un total de 1.385 millones de euros (230.000 de pesetas). Para hacer frente a esta fuerte inversión, Cabrer confía en la ayuda del Gobierno central a través de un convenio de financiación similar al de carreteras. El Govern balear descarta la posibilidad de que se pueda instalar una red ferroviaria en la isla, puesto que, según dice el plan, la creciente demanda del verano se puede «cubrir satisfactoriamente con un servicio de autobuses regulares bien organizado».