Después de varios años viniendo a Eivissa de vacaciones en el 94
decide ya establecerse y trabajar en una agencia de turismo. La
belga Denise Van Weddingen siempre ha tenido el interés y la
valentía por apoyar proyectos de desarrollo. Desde el 92 también
está comprometida con una escuela de Nepal: un invierno se marcha a
Nepal y el siguiente lo hace a Colombia. Para este septiembre, está
organizando una cena solidaria para recaudar fondos para las niñas
maltratadas y abandonadas del Hogar Teresa de Colombia en
Bucaramanga, fundado por las Carmelitas Teresas de San José.
-¿Cuánto tiempo lleva colaborando con Colombia y cuál es su trabajo
allí?
-Desde el año 2000. Yo vivo en el hogar y participo en todas las
actividades: educadora, profesora, dinámica del deporte y de
compartir, e incluso, un poco de psicóloga, porque lo que más les
gusta es que se las escuche.
-¿Cómo es el Hogar Teresa de Colombia?
-Son tres casitas que están pegadas y en cada una viven diez niñas.
Se acogen a niñas de 8 a 20 años. En general, se van cuando tienen
una formación integral suficiente que les permite buscar y
encontrar trabajo. Pero no se van hasta que no han encontrado un
trabajo y tienen un lugar donde quedarse a vivir. Ahora, por
ejemplo, hay dos niñas que comparten piso. Una es enfermera y la
otra profesora.
-¿Cuál es la situación actual de Colombia?
-En la zona de Bucaramanga el principal problema, igual que en el
resto de país es la existencia de los guerrilleros, el predominio
de la violencia y la criminalidad, y los secuestros. Yo misma he
sufrido algún que otro atraco. Es muy peligroso salir de noche
sola.
-¿Qué les puede interesar a las chicas del hogar?
-Como para ellas España representa un país de sueños, cualquier
persona que venga de allí les interesa mucho. Ellas aprecian mucho
que tú te intereses por ellas, les des cariño y les escuche. A
parte, el hecho de enseñarles inglés y francés. Luego, lo que es
importante es mantener el contacto con ellas. Nos comunicamos
asiduamente por correo electrónico.
-Y a usted, ¿qué le aporta personalmente?
-A mí mucho. Francamente es una cosa estupenda cuando ves a las
niñas que son felices, que te quieren y te dan mucho cariño. Es
hermosísimo tener esa estampa en la cabeza. Además, en el mundo
occidental vivimos por el trabajo, la nómina; por el mundo
material, y esto es un escape de la parte material, es una válvula
de oxígeno. El dinero está muy bien pero se tiene que saber darle
una buena utilidad.
-¿Qué tipo de actividades organiza para recaudar fondos?
-Este año es la cena. El año pasado con una amiga inglesa hicimos
un espectáculo de gimnasia rítmica en Santa Eulària con la que
conseguimos recaudar mil euros. A parte de estas actividades, lo
más importante es el apadrinamiento y amadrinamiento para
establecer un contacto estable y duradero.
-¿Qué perspectivas tiene con respecto a la cena del día 28 en el
restaurante Can Truy?
-Creo que si hago suficiente publicidad de boca a boca, espero
tener bastante gente porque como trabajo en turismo y tengo mucho
contacto con muchas personas, recibir el suficiente apoyo. Tengo la
intención de reunir alrededor de 200 personas. Además de recaudar
fondos, mi propósito también es dar a conocer el Hogar. Para ello,
voy a poner un panel informativo en el que aparezca la foto y la
historia de cada niña. C.V.
´La solidaridad es mi válvula de escape´
Denis Van Weddingen ha colaborado en países tales como Filipinas, el Congo, la isla Cook y Nepal