Antes de analizar el contenido del documento, el PP pidió que se aprobara una tercera exposición pública del plan, solicitud que el ejecutivo local rechazó. La portavoz de los populares, Virtudes Marí, criticó la tardanza en aprobar la revisión del planeamiento, que en casi cuatro años se ha traducido en «cuatro documentos tan distintos que son una muestra de la falta de modelo urbanístico y de la política errática del ejecutivo local». Frente a estos argumentos,Torres replicó que la voluntad del Consistorio «ha sido hacer un plan participativo que captase las necesidades de la gente».
Según los populares, el Ayuntamiento, a través del nuevo PGOU, «hace un urbanismo a la carta expansivo» y recoge un techo de población, 99.108 habitantes, que dista mucho de la bajada del 26 por ciento que prometía inicialmente el Pacte. Torres reconoció que el techo de población era alto pero insistió en que es una cifra «teórica y utópica».
El PP también hizo mención a uno de los cambios fundamentales del PGOU que respecto al documento aprobado en 2004, la conservación de ses Feixes como suelo inedificable. Virtudes sacó a relucir el hecho del que el Prat de Vila se califique como suelo rústico común de transición, lo que, según dijo, en el PTI va destinado a ser en un futuro urbanizable.Torres explicó que la calificación se ha hecho «siguiendo el criterio del PTI con respecto a lo que se había marcado en el sector 6» y subrayó la voluntad de proteger la zona a través de un plan especial. Virtudes Marí aseguró también que no es cierto que se dupliquen las zonas verdes, como afirma el ejecutivo local, y echó en cara que el plan no resuelva los problemas esenciales del municipio como la ordenación del puerto, aspecto que según Torres compete a Autoritat Portuària.
Tras la aprobación provisional, el plan urbanístico tiene que pasar ahora al Consell Insular, que tendrá que darle el visto bueno definitivo.