El 13 de abril del año pasado, el presidente del Consell, Pere Palau, y el conseller de Medi Ambient, Josep Mayans, asistieron, entre otras autoridades, a la presentación y puesta en marcha del proyecto de regeneración de la cantera de Santa Bárbara, el primero de estas características en la isla. Casi un año después, y con la puesta en marcha de las grandes obras de carreteras, una de ellas prácticamente acabada, la entrada de escombros a esta cantera se calcula en cuentagotas.
El gerente de Reciclajes y Derribos Santa Bárbara S.A., Antoni Ribas, confirmó ayer a este periódico que por el momento no se han entrado restos de material procedente de estas obras, aunque las constructoras de las autovías han pedido información sobre precios: «Se ha interesado alguna constructora, pero eso no quiere decir que se vaya a utilizar. Eso depende de lo que contemplen los proyectos de carreteras».
En las últimas semanas, la Plataforma Antiautopista ha criticado reiteradamente la acumulación de material de obra mezclado con asfalto en diversas fincas. Este asunto se debatió incluso en el último pleno del Consell. El conseller insular d'Agricultura, Josep Mayans, negó que estos vertidos sean peligrosos e ilegales y que, en todo caso, se trata de depósitos provisionales. De todos modos, el PP y el Pacte se pusieron de acuerdo en aprobar una moción por la que se instaba a «la Conselleria d'Obres Públiques a que ordene al director ambiental de las obras de la ampliación de la carretera de Sant Antoni a que cumpla los preceptos del estudio ambiental incluido en el proyecto».
La zona situada frente al hipódromo de Sant Jordi, en el área periférica de protección del Parque Natural de ses Salines, es otro de los puntos de acumulación de tierra. Allí se deposita el material extraído en las obras del túnel de Can Sifre.