El pasado viernes por la tarde, el puerto de Eivissa se vio sumido en un gran caos por la coincidencia, en un periodo de tiempo breve, de la llegada de tres buques procedentes de Barcelona y Dènia. Esta situación provocó que muchos pasajeros tuvieran que esperar cerca de una hora tanto para poder desembarcar de la embarcación así como para salir del atasco que se formó en el puerto de Eivissa. Fuentes portuarias indicaron que lo ocurrido el viernes no es un «problema nuevo», ya que las limitaciones de las infraestructuras de Eivissa limitan la llegada de pasajeros y de vehículos procedentes de Barcelona, Dènia y Valencia.
De esta manera, las navieras proponen que de cara al verano se traslade el tráfico de mercancías al dique de Botafoc, mientras que el interior del puerto de Eivissa se reserve sólo al tráfico de pasajeros: «Es una propuesta muy difícil de cumplir porque a día de hoy todas las embarcaciones son de carga mixta, no existen barcos sólo de pasajeros, aunque sí los hay únicamente de carga», señalaron fuentes de Autoritat Portuària.