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El mercado de la discordia

Sala se ha fijado el día de hoy para dar solución a la polémica sobre el mercado artesanal

JOSÉ LUIS MONTOYA
El alcalde de Sant Antoni, José Sala, se ha fijado el día de hoy como fecha límite para resolver el contencioso mantenido con la Asociación de Comerciantes de esa localidad por la puesta en marcha de un mercadillo en las inmediaciones de la iglesia. Representantes de dicho colectivo se reunieron el viernes con el nuevo teniente de alcalde de Comercio, José Cardona Parentona, sin alcanzar ningún acuerdo. Los comerciantes se oponen a este mercado porque consideran que será competencia desleal para sus establecimientos, que, según sostienen, han tenido que adaptarse a una oferta similar a la de un mercadillo para poder asumir el turismo de bajo poder adquisitivo que visita Sant Antoni.

Entretanto, el Ayuntamiento es partidario de crear ese mercado como fórmula para atraer visitantes hasta el municipio y llevarlos hacia el interior del casco urbano, ya que la mayoría sólo circulan por las zonas más turísticas. Por ello, en la última reunión, ofreció a los comerciantes la posibilidad de disponer de tenderetes gratis en ese mercadillo. Éstos se negaron, entre otras cosas, por el sobrecoste de personal que representaría, e insistieron en la idea de crear un verdadero mercado artesanal en lugar de la propuesta más abierta que hace el Consistorio. También propusieron como alternativa el traslado hacia el centro del mercado que actualmente existe en el Passeig de ses Fonts, algo que no parece ser del agrado del equipo de gobierno.

«El objetivo perseguido es crear una propuesta multitudiaria que traiga gente a Sant Antoni, y con un mercado artesanal este objetivo no se cumpliría», señaló el alcalde Sala tras reconocer que que las posturas entre Ayuntamiento y comerciantes están distanciadas. «No sé cómo acabará ésto, pero nosotros creemos que [el nuevo mercadillo] es bueno para Sant Antoni e incluso para los comerciantes».

Sala pretende aplicar realidades de otros municipios a la del suyo propio, convencido de lograr el mismo efecto. «En Santa Eulària no sólo tienen Punta Arabí sino que recientemente han ampliado el mercadillo que diariamente hay en s'Alamera y ha revitalizado el centro comercial. Venden, pero también hacen que vaya gente a Santa Eulària y por todo el pueblo. Ése es el objetivo que se persigue aquí. No sólo traer gente de fuera, sino evitar que la de Sant Antoni se vaya fuera o que, al menos un día a la semana, se pueda quedar aquí», señala el alcalde.

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