Los esfuerzos de organización de la séptima edición de la Mostra Folklórica Ciutat d'Eivissa se vieron ayer recompensados con una tarde de sol, música y tradición, que congregó a decenas de personas en el centro de La Marina. Atrás quedaba ya el recuerdo de la lluviosa jornada del viernes, que obligó a los grupos a bailar en el hotel Ibiza Playa de ses Figueretes en vez de hacerlo en la plaza Julià Verdera como estaba previsto en el programa.
Un escenario instalado entre las calles Bisbe Torres y Bisbe Cardona fue el espacio donde los grupos locales y visitante demostraron sus bailes típicos ante un numeroso público espontáneo que fue tomando asiento en las sillas instaladas en la calle peatonal y que se iban sumando a medida que los músicos y bailarines daban rienda suelta a sus movimientos y compases. La formación encargada de inaugurar esta tarde de danzas tradicionales populares fue Els Revetlers de Mallorca, recién llegada a la 'mostra', y muy experimentada en lo que a actuaciones en Eivissa se refiere, debido a que esta la cuarta visita que realizan a la isla, lo largo de su historia como grupo folklórico.
Sa Colla de Sa Bodega, el grupo organizador, también invitó a bailar a Sa Colla de Sant Miquel de Balanzat que puso el acento ibicenco con su demostración de ball pagès.
Por último, los otros dos grupos visitantes también desplegaron su folklore sobre el escenario. En este sentido, el grupo Municipal Virgen del Mar, de Almería, ofreció un recorrido geográfico por andalucía a través del baile mientras que la Formación Rancho Folklórico y Etnográfico de Cernache do Bonjardim, de Portugal, trajo sus vestimentas típicas, y un repertorio de música y danza, para mostrar cómo era la costumbre de sus gentes en el siglo XIX. lL.Aversa