a actitud de Bebe durante la noche del viernes al sábado cuando debía cerrar la serie de conciertos del día, indignó a muchos espectadores y demostró una falta de compromiso con el Posidonea Festival.
Tras las actuaciones de Peter Loveday, Kanimambo y LaRumbe que mostraron todos ellos peculiares maneras de entender el mestizaje musical y que lo dieron todo sobre el escenario, con mayor o menor fortuna, cuando le tocó el turno de actuar a Bebe, se armó la marimorena. Primero porque la artista se tomó con excesiva parsimonia el momento de subir al escenario y encima, cuando lo hizo, en lugar de cantar comenzó por instalar un pareo sobre el mismo, colocar velas sobre él y con un desprecio al público que principio la coreaba y luego la silbaba, fue encendiendo las velas, se sentó, comenzó a quejarse a la mesa de mezclas que no se oía a sí misma y así dilató el inicio de su concierto hasta 45 minutos.
Paralelamente todo el mundo era consciente de que se acercaba una importante tormenta con fuerte aparato eléctrico, pero la diva, aparte de hacer algún comentario al público diciéndole que no tuviera prisa que en Formentera no hay que tener prisa, seguía cultivando tics y manías de manera que finalmente decidió comenzar a actuar pasadas las dos de la madrugada. Estaba previsto que lo hiciera a la una, y en lugar de comenzar con alguna de sus canciones más famosas se arrancó por una tema que aparentemente nadie conocía y cuando inició el segundo, el agua a punto de caer en la plaza, y tras hacer un comentario relativo a que no quería morir electrocutada, se bajó del escenario e inmediatamente comenzó el diluvio. Eso sí prometió que ayer por la noche cantaría para el público, pero la mayoría desconfiaba de la promesa de una artista que afirma no querer ser famosa pero se comporta como una prima donna.
El público de Eivissa recordaba a Bebe por otros desplantes, el primero con los medios de comunicación a los que convocó pero hizo esperar durante dos horas y otro con el público porque también comenzó a actuar con cerca de dos horas de retraso. Lo cursioso es que los organizadores del Posidonea Art i Natura Festival no contaban con ella en el cartel de actuaciones, pero tanto ella como Beth se ofrecieron a actuar en el evento y si bien Beth dió la cara en la medida de sus posibilidades, lo de Bebe fue de escándalo y mucha gente que había aguantado hasta tarde para verla, algunos con hijos pequeños, se sintieron ofendidos por la actitud de la cantante.
Algunas fuentes comentaron que al no poder contar con su bajista habitual se encontraba descolocada, fuera lo que fuera la impresión que dejó, salvo que anoche de madrugada finalmente actuara, fue pésima.
En otro orden de cosas el Posidonia Festival de ayer estuvo sujeto a las inclemencias metereológicas y por la mañana los espacios de Can Marroig estuvieron desiertos, caía una fina llovizna, y no fue hasta mediada la tarde cuando por fin y en el tercer día del festival, se comenzó a ver familias con niños por el lugar. El grupo Guixot de 8 pudo hacer que los chavales jugaran con sus originales juegos efectuados con materiales de reciclaje y en la carpa se improvisó una jam-session con gente de Calima, Yuri y los cosmonautas y otros de los grupos integrantes del cartel del festival para de alguna manera levantar un poco el ánimo a los espectadores que acudían a Can Marroig.
G. Romaní
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