Si algo no faltó ayer en Formentera fue el sabor, el gastronómico, el cultural y el del personal. Más de dos mil personas pasaron por la séptima edición de la Fiesta Intercultural y aunque muchos temían que con el aplazamiento del pasado domingo y con la Semana Santa iniciada habría menos afluencia, nada de nada.
Desde primera hora la afluencia fue importante, primero los más jóvenes con sus talleres de banderas, cariocas, collage, henna, escritura árabe, cuentacuentos, gincana y dos torneos deportivos de tenis de mesa y de fútbol 3x3.
Pero lo cierto es que la mayoría esperaba que los políticos dieran la salida para comenzar la fiesta de la comida y la música. La consellera de Benestar Social, Margalida Font, y el presidente de Formentera, Jaume Ferrer, hicieron una alocución en la que apoyaron a un tipo de fiesta como la que se celebraba y poco después, los asistentes asaltaban los puestos de comidas en las que había de todo.
Calderetas de cordero, arroces, todo tipo de carnes a la parrilla rivalizando rumanos y argentinos sobre quién hacía mejor sus torradas, pinchos vascos, embutido catalán, pulpo gallego, chistorra, lasagna fresca y raviolis italianos, cholitos y sarmale rumanos, pastel de choclo y sopaipillas chilenas, congrí y masitas de cerdo asadas cubanas, cous cous magrebí, fríjoles con arroz y carne típico de Colombia, bobo de camarao brasileño y un sinfín de exquisiteces culinarias. Y para ayudar a pasar la comida, vinos extremeños, manzanilla andaluza, txacolí vasco, mojitos cubanos, vino chileno, digestivos alemanes y caipirinhas brasileñas, amén de las barras que gestionaban, pese a la congestión de clientes, las asociaciones de Fibromialgia, Discapacitados, Celíacos y Espai Dones, siendo la recaudación íntegramente para dichas asociaciones.
Los países participantes fueron Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, una novedad, Chile, Holanda, Indonesia, Italia, Rumanía un colectivo de magrebís. En cuanto a las comunidades autónomas Andalucía, Castilla-La Mancha, Catalunya, Extremadura, Balears, Galicia, Euskadi, País Valenciano y Asturias. Hubo ball pagés, pero también capoeira, conga santiaguera, jota, malambo, merengue, muñeira, salsa y tango. G. Romaní
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