El Consell d'Eivissa aprobará en los próximos días un nuevo crédito de alrededor de cinco millones de euros para pagar facturas pendientes. Se trata de una medida extraordinaria autorizada por el Gobierno central para que las entidades locales saneen sus cuentas y se pongan al día en el pago a proveedores y en tema de gasto corriente. La semana pasada el Ayuntamiento de Sant Antoni ya aprobó un crédito de 4,7 millones basándose en este decreto aprobado por el Gobierno central.
Según explicó el conseller insular de Programació Econòmica, Tomás Méndez, este préstamo, que se pagará en seis años, podría aprobarse en el próximo pleno de la institución que se celebrará a finales de mes.
Contra la crisis
En el decreto aprobado por el Gobierno se establecen dos tipos de causas por las que una institución puede acogerse a esta medida extraordinaria para combatir la crisis. Una es para las instituciones que hayan liquidado el presupueto en negativo y otra para las que lo hayan liquidado en positivo pero que tienen obligacions pendientes de pago del año anterior. «Se trata de que no se nos vaya parte del presupuesto de 2009 pagando cosas pendientes de años anteriores», explicó Méndez, que aclaró que a veces las entidades locales pagan facturas aplicándolas al presupuesto del año siguiente, con lo que se va haciendo «una especie de bola, aunque no aparezca en la liquidación». Además, a veces llegan facturas en los meses de noviembre y de diciembre que ya se aplican en el presupuesto siguiente.
«Este crédito nos servirá para cortar la rueda y ponernos al día», explicó el conseller, que indicó que de esta forma se podrá «cambiar la tendencia de toda la vida de aplicar una parte del presupuesto el año siguiente».
Méndez cree que es una «oportunidad» utilizar esta posibilidad porque es algo que ocurre «una vez en la vida, como la lotería», ya que este tipo de créditos no están autorizados habitualmente.
Además, el conseller recordó que esta es la forma de actuar habitual de las empresas, algo que también pueden hacer instituciones más grandes, pero no consells y ayuntamientos, que «legalmente tienen más dificultades». «Es como un jarro de agua fresca para nosotros y por algo el Gobierno ha sacado esta medida en un momento de crisis», añadió Méndez.
Sant Antoni
La semana pasada el Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó un crédito de 4,7 millones que fue muy criticado por el PSOE-ExC. Preguntado Méndez sobre esto, el conseller indicó que la oposición criticó el tipo de facturas, que además estaban ocultas en los cajones, pero no la petición del crédito en sí. «Criticaron que se coja el préstamo para pagar una factura pendiente de la urbanización de la calle de Pere Palau», recordó Méndez, que cree que este tipo de créditos los cogerán la mayoría de ayuntamientos porque pueden resultar muy beneficiosos.
Diversas asociaciones empresariales y entidades sin ánimo de lucro han criticado en los últimos meses los retrasos de pago que estaban sufriendo por parte de la Administración. De hecho, entre las facturas que abonará ahora tras recibir el crédito el Ayuntamiento de Sant Antoni están las subvenciones de los últimos años que todavía se les deben a una asociación de familiares de enfermos mentales.
El conseller Tomás Méndez no tiene miedo a las críticas que puedan salir del Partido Popular, que en los últimos meses se ha quejado del endeudamiento del Consell. «Estos créditos los cogen todos los ayuntamientos, también los del PP», recuerda Méndez, que cree que este asunto «no debería ser objeto de polémica» porque es una medida que adoptaría cualquier institución o ayuntamiento para conseguir liquidez en un momento en que la liquidez «es dificilísima».
«La única crítica pueden ser los gastos que se paguen, pero la mayoría serán gastos de inversión pendientes de aplicar al 2009, cosas que vienen de atrás», replicó el conseller, que cree que «no hay que exagerar» con el endeudamiento. «Todo el mundo dice que es la crisis más grande de toda la historia y ahora se ha introducido una medida para conseguir liquidez y se critica, ¿En qué quedamos?», concluyó.