La Demarcación de Costas en Balears ha emitido una resolución por la que impone una multa de 18.000 euros al propietario de una caseta varadero levantada sin autorización en un tramo del litoral de es Carnatge, en Formentera. Lo excepcional de esta sanción es que la edificación considerada como ilegal había sido realizada en madera, en lugar de con materiales de obra como suele ser habitual.
Los elementos considerados ilegales por la Administración son una edificación de seis metros de largo, 2,8 de ancho y 1,8 metros de alto que viene acompañada por una rampa para embarcaciones realizada con 0,25 metros cúbicos de cemento y que se complementa con unas barras de madera de 9 metros de largo.
El apercibimiento previo a la ejecución forzosa de la resolución, publicado la semana pasada en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) incluye también la orden de demolición de lo construido, una circunstancia que, de no producirse, realizaría de forma subsidiaria la misma administración sancionadora y cuyo coste (que se cargaría posteriormente al propietario) se ha fijado en algo menos de 1.800 euros.
La publicación en el BOIB es el último paso previo antes del derribo, con el que concluirá un proceso que se inició en febrero de 2006 con la denuncia del Servicio de Vigilancia de Costas que, en mayo del año pasado, comprobó que la obra ilegal seguía en pie.
El Consell de Formentera ingresará este año casi 400.000 euros por los derechos de explotación de servicios de temporada en las playas de la Isla, según publicó ayer el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB).
Según el anuncio de adjudicación definitiva, la entidad insular ha conseguido colocar 46 de las 50 concesiones que había sacado a concurso y que incluyen básicamente permisos para la instalación de sombrillas y hamacas en la arena, si bien también se incluyen permisos para explotar casetas de baño, patines, quioscos, piraguas, catamaranes y pistas de volley, entre otros elementos.