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Tener una VPO también es cuestión de azar

Una niña ejerce de mano inocente, ayer, durante el sorteo de las viviendas. En la imagen, Lurdes Costa y Marc Costa. | Daniel Espinosa

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Vila adjudicó ayer 26 viviendas de protección oficial a sus potenciales propietarios, que podrán ocuparlas a partir de julio cuando concluya la edificación de esta promoción de 30 pisos ubicada en Can Cantó.

La sala de plenos albergó el sorteo de las VPO, que se repartieron ante notario entre los aspirantes que había cumplido con los requisitos de selección fijados por el Institut balear de l'Habitatge (Ibavi).

El sorteo definió qué piso, aparcamiento y trastero le toca a los primeros 26 aspirantes de una lista de 76 admitidos, que fueron elegidos por puntuación y por composición familiar. El resto quedó de reserva a la espera de alguna ausencia entre los primeros de la lista, y esto mismo ocurrió ayer, en al menos dos ocasiones, para sorpresa de particulares que se creían fuera del sorteo.

Éste fue el caso de la celadora de Can Misses, Manoli Ayón Castillo. «Me ha tocado una vivienda de dos habitaciones para mi, mi niña y mi marido. Es mi primera vivienda y espero que la última», aseguró Ayón, que lleva 23 años de alquiler en la isla y que ya había aspirado a una vivienda de protección sin éxito. La misma alegría compartía Sonia Ferrer, de 25 años, con una niña y una pareja que, en este momento, no tiene trabajo. «Ahora vivimos en el piso de un familiar», explicó.

La lista y la hipoteca

La promoción está compuesta por dos viviendas adaptadas de un dormitorio, dos pisos de tres habitaciones, once de dos dormitorios y quince de una habitación. Del total de 30 pisos que componen el edificio, se sortearon 26 debido a que no hubo solicitudes para las viviendas adaptadas mientras que otras dos quedan reservadas por si hay reclamaciones en el plazo de un mes.

En caso de que no las haya, estos cuatro pisos se adjudicarán a los siguientes de la lista de admitidos. Lo mismo puede ocurrir si algunos de los primeros adjudicatarios no cumplen con la tramitación que continúa a partir de ahora, sin olvidar que también tienen que solicitar y conseguir la hipoteca para adquirir las viviendas cuyos precios oscilan entre los 104.000 y los 160.000 euros.

La forma de sortear los pisos provocó confusión entre aquellos que quedaron de reserva, que pidieron aclaraciones durante el acto.

En este sentido, la alcaldesa Lurdes Costa, explicó que además de los requisitos de acceso, a la hora de hacer las listas definitivas, los aspirantes se separan por grupos según la composición familiar para adjudicar por cantidad de dormitorios. «Una unidad de cuatro personas no puede aspirar a una vivienda de un dormitorio, igual que un particular no puede acceder a uno de cuatro dormitorios. Entiendo que haya podido haber esta confusión pero aquí todo se hace con luz y taquígrafo», concluyó Costa.

Primera piedra para las viviendas del Paseo Marítimo

La alcaldesa Lurdes Costa recordó ayer que se trata de la segunda entrega de vivienda pública, después de la adjudicación de las VPO de Platja d'en Bossa. Asimismo, aseguró que «pronto» finalizará también la construcción de la segunda promoción de Can Cantó, que estará compuesta por 14 VPO, y anunció que este mes se pondrá la primera piedra de las viviendas que se prevé construir en el Paseo Marítimo. «Este acto que hemos hecho hoy se repetirá en los próximos meses en dos ocasiones», destacó Costa, para quien es «emocionante ver a las personas que vienen a buscar o a ver si le corresponden las viviendas». «Hay que pensar que hoy en día es difícil acceder a una vivienda de promoción privada porque los precios están bastante inasequibles», afirmó.

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